"Si no reconoce el genocidio, no puede considerarse un plan de paz"
La Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) agrupa a 58 oenegés y colectivos de cooperación y solidaridad internacional
La FAS exige un alto el fuego permanente y una paz justa y duradera y cuestiona el plan de paz de Trump para Gaza
Su vicepresidenta ejerce como portavoz del grupo que ha elaborado la postura de la FAS sobre Palestina

Isabel Funes, vicepresidenta de la Federación Aragonesa de Solidaridad. / Laura Trives
¿Cómo valoran las oenegés aragonesas el acuerdo de paz para Gaza firmado la semana pasada en Egipto?
Es un plan de paz entrecomillado, con muchos interrogantes y mucha fragilidad. Desde la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), tras el alivio inicial por el alto el fuego, la liberación de prisioneros y secuestrados de ambas partes y la posibilidad de la entrada de la ayuda humanitaria, pedimos que se lleve a cabo un plan de paz verdadero, con todo lo que ello conlleva, como el cumplimiento de la justicia y el Derecho Internacional. También debería garantizar la libertad de la población palestina para construir y decidir su propio futuro.
¿Qué le falta a ese plan?
Una paz sólida y duradera va mucho más allá de recoger las armas, requiere un reconocimiento del daño y definir los mecanismos para su reparación. Ningún proceso de paz puede ser duradero si se ignora la raíz estructural del problema, como la perpetua negación de derechos al pueblo palestino. Un plan que no reconoce el genocidio y que no habla de los Derechos Humanos, no puede considerarse un plan de paz. Además, es muy preocupante que se esté avanzando en un pacto acordado entre Estados Unidos e Israel sin ninguna representación de la población palestina, desoyendo sus demandas históricas. Hay que fomentar el diálogo y el encuentro entre ambas partes para que la paz sea real y duradera.
¿Creen que habrá rendición de cuentas?
Con el actual plan de paz será difícil. Pero la comunidad internacional y la ciudadanía deberemos seguir trabajando y ejerciendo presión a los gobiernos para que se cumplan el derecho y la justicia internacionales. Si quedan impunes los cargos por crímenes de guerra y contra la humanidad por los que la Corte Penal Internacional imputó en 2024 a Benjamín Netanyahu y Yoav Gallant y al comandante de Hamás Mohammed Deif, presuntamente muerto, se corre el riesgo de que la herida siga abierta y se perpetúe el conflicto.
¿Cuáles son las prioridades humanitarias en la Franja?
La destrucción es sobrecogedora. La UNRWA ha denunciado que no queda casi nada en pie. El 78% de la infraestructura ha sido dañado o destruido: hogares, centros de salud, escuelas… A lo que se suma una hambruna provocada por la destrucción del 98% las tierras de cultivo y las restricciones israelís a la entrada de alimentos y ayuda humanitaria. La primera prioridad es garantizar el acceso a alimentos y kits nutricionales para paliar y revertir la hambruna. También urge dar cobijo a cientos de miles de familias sin hogar. Es necesario dar cobertura sanitaria, algo complejo, ya que solo 14 de 36 hospitales siguen funcionando. Los niños y niñas tienen que poder volver a la escuela lo más pronto posible. Y es esencial que se restablezca el acceso a agua potable, saneamiento y energía. Pero eso solo es el inicio, por delante hay un ingente trabajo de reconstrucción.
¿Hay oenegés aragonesas tratando de ayudar?
En la web de la FAS se puede consultar cuáles están en Palestina. Después de que Israel prohibiera el acceso a la Franja a las oenegés internacionales, han volcado su ayuda en apoyar a los equipos locales para que pudieran seguir con su labor durante el asedio. Las entidades presentes en Gaza no han dejado de apoyar a la población civil en ningún momento, y seguirán en las labores de ayuda humanitaria y reconstrucción.
Y, mientras tanto, ¿cuál es la situación en Cisjordania?
Aunque el foco ha estado en la Franja de Gaza por el nivel de horror al que se ha llegado, la población de Cisjordania ha sufrido el hostigamiento y los ataques del ejército y los colonos y restricciones de movimiento. Casi mil personas palestinas han sido asesinadas en estos dos años y, desde enero, más de 40.000 han sido desplazadas de sus hogares.
¿La presión ciudadana ha contribuido al fin de la violencia?
Sí, la movilización ciudadana global ha contribuido a la acción de algunos gobiernos que mostraban posturas tibias ante los abusos y el genocidio cometido por el Gobierno israelí. Ha puesto en entredicho el beneficio económico de empresas que sostienen la ocupación y los ataques en Palestina y ha ido acotando espacios al discurso con el que el Netanyahu pretendía justificar un genocidio, minando la imagen internacional del país. El Gobierno de Israel ha ido quedándose cada vez más solo en esta barbarie.
¿Qué pide la FAS a las autoridades españolas?
En febrero de 2024, varias oenegés y plataformas que trabajan en Palestina presentaron en el Congreso de los Diputados una propuesta para elaborar una proposición no de ley con cinco demandas que siguen vigentes. Exigimos un alto el fuego permanente, un acceso humanitario suficiente y sostenido, respeto al Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, poner fin al comercio de armas con Israel y trabajar para una solución negociada al conflicto.
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