El comandante de las fuerzas militares españolas destinadas en Kabul (Afganistán) está habituado a impartir órdenes con firmeza marcial, como corresponde a sus galones. Pero esta vez no pudo reprimir un leve temblor en la voz. "Será la primera vez que pasemos la Navidad sin nuestras familias, y en un país muy distinto", dijo.

Seis mil kilómetros al oeste, la imagen aparecía en una pantalla enorme instalada en la Moncloa. "Quién nos iba a decir que algún día habría fuerzas militares españolas en Afganistán", dijo José María Aznar al comandante.

La tradicional videoconferencia navideña del presidente del Gobierno con las misiones militares en el exterior tuvo un aroma de turrón y nostalgia. Durante 15 minutos, Aznar habló en sucesivas conexiones con los destacamentos en Bosnia, Kosovo, Yibuti, Afganistán y aguas del Indico --las dos últimas misiones fueron prorrogadas ayer por el Consejo de Ministros hasta junio del 2003--, y a todos les transmitió la "gratitud" de los españoles.

La lucha contra el terrorismo

El jefe del Ejecutivo recordó al guardia civil Antonio Molina, que falleció el miércoles al ser tiroteado por un etarra en Madrid, y agradeció al Ejército y a la Guardia Civil su contribución a la lucha contra el terrorismo. "El terrorismo será derrotado dentro y fuera de España con todas sus consecuencias", dijo.

En su conversación con el contralmirante Juan Antonio Moreno Sussana, comandante de la Task Force 150 en el océano Indico, Aznar se refirió a la polémica operación llevada a cabo por la fragata española Navarra , que interceptó un buque mercante cargado con misiles procedentes de Corea del Norte y después lo liberó por orden del alto mando estadounidense. La nave iba a Yemen.

"Estén muy seguros de que cumplieron con su deber y enormemente satisfechos por la tarea realizada. Es una operación que a todos nos debe llenar de legítimo orgullo y de satisfacción, fuesen cuales fuesen los destinos finales de algunas armas", sentenció Aznar.

También se refirió el presidente a otro caso en el que los hilos de la política han colocado a las Fuerzas Armadas españolas en el centro de la polémica: la catástrofe del petrolero Prestige . Tras el aluvión de críticas por la tardanza del Ejército en llegar a la zona del desastre, Aznar elogió el trabajo "callado y abnegado, pero extraordinariamente eficaz" que está desarrollando en Galicia.

La conferencia múltiple dio también tiempo para el humor.

"Estamos bien. Tenemos un poco de frío y hace mucho viento, pero no más del que sopla en Zaragoza, de donde viene la mayoría. También los del sur, los andaluces, están bien", bromeó el jefe de la Agrupación Táctica 19 y comandante del destacamento en Mostar.

Aznar sonrió.

"Coronel --dijo--, le ruego que salude a todos los soldados que no puedo ver, aunque el cierzo aragonés sople por Mostar".