La clave de la operación que ha permitido desarticular la nueva estructura de ETA en el País Vasco y Navarra estuvo en un escrito de Ibon Fernández de Iradi, ´Susper´, en el que hacía autocrítica del funcionamiento de la organización y se jactaba de haber protegido el fichero de su ordenador con unas claves difíciles de descifrar por la policía. El texto de ´Susper´ estimuló el celo de los expertos policiales, que trabajaron hasta dar con la clave de acceso a los ficheros del ordenador. El jefe etarra empleó unas iniciales que, combinadas con unos números de teléfono y una dirección, permitieron acceder al disco duro y conocer las identidades de los seleccionados para integrar la estructura de ETA en Euskadi y Navarra. Además de los 14 detenidos figuraban otros 45 que no han podido ser localizados porque sus nombres estaban en clave.