Pasqual Maragall explicó ayer en Madrid su determinación para conseguir el reconocimiento de la España plural y advirtió de que si se prolonga el mandato de José María Aznar, si hay otros "cuatro o cinco años más de lenguaje Aznar, España estallará". El líder de los socialistas catalanes orientó su conferencia en el Club Siglo XXI a evitar bloqueos en el desarrollo de su propuesta, por lo que avisó de que si primero se congela y luego muere lentamente la Constitución, habrá que denunciar que el presidente es "un peligro muy superior al imaginado".

Maragall invitó a superar la lógica de "los tres nacionalismos que nos gobiernan", como método imprescindible para avanzar. Y no dudó en calificar de "crimen contra la convivencia entre las gentes y los pueblos de España" la utilización en exclusiva de los sentimientos identitarios para obtener rentas de poder y para frenar desarrollos de futuro.

El líder del PSC reconoció que Aznar ha prestado un "formidable" servicio a la gobernación de España al meter a toda la derecha en la Constitución, pero lamentó que el coste haya sido "momificar el texto constitucional". La obsesión por la permanencia y la estabilidad "llevada al límite" acaba por situar a las personas y los pueblos fuera de la historia, fuera de la vida, enfatizó.

José Luis Rodríguez Zapatero presentó a Maragall como el "próximo, casi inminente" presidente de la Generalitat de Cataluña. El líder del PSOE estuvo muy cariñoso con su compañero, del que recordó cómo, en su etapa de alcalde de Barcelona, abrió la ciudad al mundo y la convirtió en un símbolo de modernidad. Estas loas sirvieron a Zapatero para lanzar a Maragall un reto ante su futura etapa política. "Ahora, Pasqual, tienes que abrir Cataluña a todas las patrias que existen en España".

Además del líder del PSOE, nuevos y antiguos dirigentes del socialismo español, como Joaquín Almunia o Juan Alberto Belloch no se perdieron la conferencia de Maragall.