Los directivos de Egunkaria Martxelo Otamendi, Ignacio María Uría, Xabier Oleaga y Xabier Alegría se negaron ayer a declarar ante el juez Guillermo Ruiz Polanco que investiga la denuncia presentada contra ellos por el Ministerio del Interior por haber denunciado que fueron torturados mientras la Guardia Civil los mantuvo detenidos. El ministro Angel Acebes consideró que, al denunciar malos tratos, demuestran que siguen "el manual" de ETA.

Los directivos argumentaron ante el juez que no se les puede investigar hasta que no concluya el proceso emprendido por su denuncia de supuestas torturas mientras permanecieron detenidos a raíz del cierre del diario por orden de juez Juan del Olmo. Su defensor, Iñigo Iruin, explicó que había solicitado al juez el archivo de estas actuaciones. Y acusó a Interior de haber hecho "trampa" a la hora de calificar la actuación de los directivos del diario clausurado.

Según el abogado, el Gobierno sólo podía haber imputado a sus patrocinados un delito de denuncia falsa, pero ha optado por "una retahíla de posibles delitos". Sin haber demostrado previamente si existieron o no las torturas denunciadas, Iruin sostiene que Interior no puede acusarles de haber cometido un delito de injurias o calumnias ni tampoco de colaborar con banda armada.

RATIFICACION DEL DIRECTOR Otamendi ratificó el martes pasado su denuncia por torturas en los juzgados de Madrid. Representantes legales de los otros tres directivos --que están en prisión por orden del juez Juan del Olmo-- también han reiterado su denuncia en los juzgados de San Sebastián. Iruin ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Ruiz Polanco que remita la denuncia de Interior a los juzgados de Madrid por considerar que no es competente para investigar estos hechos.

No obstante, fuentes jurídicas desvelaron que Ruiz Polanco continuará tramitando la denuncia de Interior, aunque ha pedido al fiscal un informe sobre las pretensiones de Iruin. Además, ese juez tiene intención de reclamar a su colega de la Audiencia Nacional Juan del Olmo las declaraciones de los ejecutivos de Egunkaria sobre las supuestas torturas. Esas manifestaciones aún no han sido transcritas.