El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, pretende cerrar la investigación de la presunta trama de Madrid sin que se haya abierto siquiera. Cardenal anunció ayer que sólo permitirá que el fiscal jefe anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, investigue la traición de los tránsfugas Eduardo Tamayo y Teresa Sáez si le presenta pruebas adicionales a las aportadas por el PSOE en su querella, desestimada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).

Como le había reclamado el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, ayer Jiménez Villarejo pidió autorización a Cardenal para indagar la supuesta trama político-económica denunciada por el PSOE, que en su querella acusa de corrupción a los dos traidores, a su mentor político, José Luis Balbás, al dirigente popular madrileño Ricardo Romero de Tejada y a los profesionales ligados al PP Francisco Bravo, Francisco Vázquez y José Esteban Verdes.

RESPUESTA INMINENTE Si la pasada semana Cardenal prohibió que Villarejo abriera diligencias en tanto el TSJM no resolviera si admitía a trámite la querella del PSOE, ayer anunció que en un par de días decidirá si le da vía libre para investigar o le impide hacerlo. Basará su decisión, según declaró a la cadena COPE, en la "comparación" entre los hechos que relata Anticorrupción y los narrados en las querellas del PSOE e IU, que sólo recogen los contactos que mantuvieron entre sí los querellados antes y después de la traición de Tamayo y Sáez.

Su decisión será impedir la investigación de Anticorrupción "si los hechos que denuncia han sido ya valorados por la sala" del TSJM, según adelantó ayer. El fiscal general aseguró que estudiará "con detenimiento" el auto de los jueces de Madrid, que tachaba de "conjeturas" las acusaciones socialistas.

Tampoco el Gobierno, del que depende Cardenal, parece interesado en que Villarejo haga pesquisas sobre la trama de Madrid. El vicepresidente Mariano Rajoy denunció ayer que el "espectáculo" del PSOE "supera lo razonable", ridiculizó su querella y juzgó "sospechoso" su interés en que investigue Villarejo.

Por su parte, el líder socialista, Rodríguez Zapatero, alertó de que sería "muy serio" que Cardenal no permitiera esclarecer "hechos tan graves" como los acontecidos en Madrid. Y el líder de IU, Gaspar Llamazares, exigió al fiscal del Estado que "abandone sus tácticas dilatorias".