Javier Arenas, secretario general del PP, denunció ayer que el PSOE intenta "ganar tiempo" para hacerse con el Gobierno madrileño mediante un pacto con los tránsfugas Eduardo Tamayo y Teresa Sáez. Según el ministro de Administraciones Públicas, esa negociación podría saldarse con la renuncia de los traidores a sus escaños y la de Rafael Simancas a la presidencia, que recaería en la diputada Inés Alberdi.

"Al parecer hay un acuerdo secreto entre el PSOE e IU y todavía no lo conoce nadie", declaró Arenas, sin detallar con qué datos cuenta. El ministro dio por hecho que los socialistas han establecido con el entorno de Tamayo y Sáez unos contactos que "no son gran ejemplo de transparencia".

El PSOE negó ayer tajantemente la denuncia de Arenas, a quien el diputado Diego López Garrido acusó de "tomar por idiotas a los ciudadanos". Alberdi, la supuesta sustituta de Simancas, censuró la voluntad de Arenas de "malmeter", y negó que el PSOE intente tender puentes a los tránsfugas.

ULTIMO CONTACTO Fuentes socialistas afirmaron que el único contacto con Tamayo data del 10 de junio, poco después de la traición. Un dirigente de la Federación Socialista Madrileña le pidió entonces por teléfono que depusiera su actitud, pero éste, según estas fuentes, habría exigido la Consejería de Vivienda.

El PSOE pidió ayer la recusación de Tamayo para que no asista a la Diputación Permanente de la Asamblea cuando ésta trate asuntos que le afecten, como la comisión de investigación sobre la trama urbanística. Sí podrá hacerlo en la reunión de hoy. El PP, además, impuso su mayoría en la Mesa para anular la votación del martes, en la que la izquierda y los traidores rechazaron el calendario de comparecencias de la comisión de investigación.