Los candidatos a presidir la Generalitat de Cataluña barrieron ayer para casa a la hora de analizar el debate en televisión del pasado viernes. Según el candidato socialista, Pasqual Maragall, el encuentro a cinco bandas evidenció que "la derecha en este momento lo que está defendiendo es el pasado". Para él, el convergente Artur Mas dejó claro que representa ese pasado y que su partido abandera "el futuro".

El presidente catalán, Jordi Pujol, dijo que Maragall recurrió a la "chuleta" que le habían escrito porque "no conoce los temas" que salieron en el debate y acusó al socialista de haber rehuido el cuerpo a cuerpo en televisión por falta de valentía.

LOS PARTIDOS PEQUEÑOS El único que se salvó de la criba de CiU y PSC fue Joan Saura, de ICV-EUiA. "Estuvo especialmente incisivo", dijo Mas. De hecho, fuentes convergentes declararon que quienes de verdad sacaron provecho del debate televisivo fueron los partidos "pequeños": PP, ERC e ICV-EUiA.

Por su parte, el popular Josep Piqué consideró que Maragall estuvo "muy bajo de tono"; Esquerra Republicana, "envalentonada" y CiU, "inclinada ante ERC". El aspirante republicano, Josep Lluís Carod-Rovira, se mostró muy escéptico sobre la utilidad de este tipo de encuentros. "Tengo la impresión de que solamente los ve la gente muy politizada", dijo.

Que ni un socialista lance las campanas al vuelo, vino a decir ayer Miquel Iceta, director de la campaña de Maragall en referencia al sondeo publicado ayer por este diario. La encuesta de Vox Publica vaticina que los socialistas ampliarán 5,6 puntos la diferencia sobre CiU.