El ministro de Justicia, José María Michavila, reunió ayer en Toledo a sus homólogos de Alemania, Francia, Reino Unido y Portugal para aprobar una declaración que incluye una referencia al plan Ibarretxe. Sin citar la reforma, Michavila introdujo en el Protocolo de Toledo una apostilla mediante la cual los firmantes expresaron su rechazo a los "proyectos excluyentes" que intentan "disgregar la configuración actual de los estados o proponen proyectos de desintegración" de la UE, "singularmente los que se planteen quebrando las más elementales reglas de derecho".

La cita de Toledo tenía por objeto diseñar el manual de aplicación de la euroorden de detención y entrega, mecanismo que eliminará los lentos trámites de extradición en los delitos graves, como el terrorismo.