La constatación de que dos de los detenidos por la masacre del 11-M eran confidentes policiales provocó ayer un enfrentamiento en el Ministerio del Interior entre el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el director general de la policía, Agustín Díaz de Mera.

La policía comunicó el pasado viernes al juez Juan del Olmo que el exminero asturiano José Emilio Suárez Trashorras, coautor de los atentados del 11-M por haber facilitado los explosivos para perpetrar la matanza, era un confidente de un policía de Avilés. Esta información fue facilitada ayer por Díaz de Mera a Camacho, que horas antes le había ordenado investigar este hecho tras la información publicada sobre ese confidente en el diario El Mundo .

CRUCE DE ESCRITOS Díaz de Mera, que hoy será sustituido por Víctor García, parlamentario socialista en la Cámara vasca, se enteró por los medios de comunicación de la orden de Camacho. El secretario de Estado le ordenó, en un escrito, iniciar una investigación sobre ese confidente y facilitar el resultado de sus pesquisas al juez.

El aún director de la policía respondió a la orden con otro escrito en el que calificaba la investigación de "extemporánea", ya que le recordaba que se abrió el viernes después de que Camacho comentase esa circunstancia a varios mandos policiales que, a su vez, se lo trasladaron a Díaz de Mera. El secretario de Estado supo de esa circunstancia en fuentes penitenciarias. Una mujer, familiar del exminero, había comentado en la prisión que no entendía la situación en la que se encontraba Suárez Trashorras, porque era confidente.

El policía con el que colaboraba el exminero ha explicado que le facilitaba información sobre el tráfico de drogas en Asturias. No obstante, su circunstancia de confidente aparece recogida en la declaración policial que prestó cuando fue detenido.

La Guardia Civil también tenía como confidente a otro detenido por el 11-M, Rafá Zuher, que en el 2001 coincidió en la cárcel con el cuñado de Suárez Trashorras, Antonio Toro. Este, en libertad tras declarar ante el juez, le dijo que conocía a una persona que podía facilitarle explosivos.

MAS APRESADOS Por otra parte, ayer fue arrestado en Barcelona un argelino que podría estar implicado en los atentados de Casablanca de mayo del pasado 2003. La policía le relaciona con un grupo radical de esa ciudad. Si no halla pruebas tras interrogarle, propondrá expulsarle por razones de seguridad.

FALSA IDENTIDAD La policía detuvo el martes en Málaga a una persona cuya identidad fue empleada por los suicidas Abdenabid Kunjaa y Rachid Aulad para alquilar una casa en Granada. El contrato se formalizó el 5 o 6 de marzo y venció al mes. Ayer también se conoció que la policía marroquí no había informado a la española de la detención, el 25 de marzo, de Hicham Ahmidam, un marroquí que estaba en busca y captura por el 11-M.