El presidente del Gobierno se vio obligado a intervenir ayer desde Túnez en la polémica abierta por los furibundos ataques que lanzó el martes Juan Carlos Rodríguez Ibarra contra las aspiraciones de Pasqual Maragall y otros líderes autonómicos. Zapatero restó importancia a la andanada y se limitó a opinar sobre la forma, sin entrar a valorar su acuerdo o desacuerdo con el presidente extremeño. "El compañero Rodríguez Ibarra se expresa en muchas ocasiones con mucha pasión", le disculpó el presidente.

El mismo Ibarra ratificó ayer sus declaraciones del martes pero matizó, en declaraciones a la cadena SER, que con la referencia a los "palmeros" invitados por los "poderosos" a animar sus fiestas no se refería a Andalucía ni a su presidente sino a otros, como Jaume Matas, de Baleares. Aseguró, eso sí, que su postura se corresponde con la oficial del PSOE y subrayó, como conclusión, que hay que centrar el debate en si se quiere o no ser español.

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, posible aludido por el presidente extremeño el martes, reconoció ayer la existencia de "matices importantes" en las tesis territoriales de su partido, pero siempre sobre un mismo modelo, y achacó a estas diferencias las declaraciones de Ibarra, que simplemente consideró un "error de expresión".

El ministro de Defensa, José Bono, también rompió ayer una lanza en favor de Rodríguez Ibarra, de quien dijo que es "un ciudadano digno de respeto" y que cuenta "con el apoyo mayoritario de su pueblo". Agregó que, "con más o menos acierto en las palabras", no puede ser criticado el que diga que España es "una patria para la igualdad".

"MAGNIFICA CONTRIBUCION" El consejero de Economía de la Generalitat catalana, Antoni Castells, se sumó ayer a las voces que, desde Cataluña, han replicado a los ataques de Ibarra. Castells dijo que no quería polemizar por "un cierto sentido de la dignidad institucional", pero afirmó a continuación que algunos necesitan "recurrir al insulto para que se fijen en ellos". "Declaraciones como las de Ibarra sólo hacen que haya más anticatalanistas en Extremadura y más independentistas en Cataluña", dijo. Y añadió con ironía: "Es una magnífica contribución a la solidaridad y cohesión territorial".