El Gobierno asumió ayer oficialmente que existen 800.000 inmigrantes sin papeles en España. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, culpó al PP de haber dejado esa herencia y prometió que su Ejecutivo "resolverá el problema de la inmigración irregular".

Zapatero confirmó que el reglamento de la ley de extranjería estará listo para ser aprobado en un mes y, tras recibir una sonora bronca de los parlamentarios del PP, añadió que será una norma "consensuada". Un acuerdo al que también invitó a sumarse al partido de Mariano Rajoy.

El Ejecutivo no había dado hasta ahora por buena ninguna de las cifras que se manejaban sobre el número de sin papeles que hay en España. La última estimación oficial, producto de cruzar los datos del padrón municipal con los registros policiales, arrojaba un cómputo de 1.300.000 inmigrantes irregulares.

La rebaja hasta 800.000 resulta de eliminar las duplicidades. Buena parte de ellos podrá acceder a la regularización especial por contrato de trabajo que contemplará el reglamento de la ley de extranjería.

SESION TENSA La de ayer fue, de nuevo, una sesión de control parlamentario muy bronca. La pregunta del líder del PP sobre el "desastre" de la política de inmigración del Gobierno sirvió al presidente para recordar a Rajoy que la elevada presencia de sin papeles en España es responsabilidad del que fue su Gobierno. "Con mi mejor talante le pregunto, señor Rajoy, si no se sonroja de hablar de desastre después de haber gobernado ocho años y que el resultado sea de 800.000 inmigrantes irregulares", inquirió el presidente.

Zapatero continuó recordando a Rajoy que el PP aprobó "cinco regularizaciones especiales en ocho años". Y que una de ellas, siendo Rajoy ministro del Interior, permitía obtener papeles "con criterios como el recibo de la luz". El momento más caliente de la tarde llegó cuando Rajoy acusó a Zapatero de "incompetencia y falta de preparación para resolver los problemas". El líder del PP también reprochó al Gobierno estar "dando un espectáculo de anuncios, contradicciones y rectificaciones" sobre las medidas que incluirá el reglamento de extranjería. Por su parte, Rodríguez Zapatero pidió al PP que aporte ideas para elaborar un reglamento de la ley de extranjería que concite el "máximo acuerdo" y resulte en una política de inmigración "eficaz y ordenada".

Zapatero aseguró que el Gobierno está recabando aportaciones de distintos partidos, sindicatos y asociaciones con el propósito de "terminar con la inmigración ilegal, el trabajo irregular y la falta de derechos".

PROTESTA Por la mañana, también en el Congreso, Izquierda Verde se sumó a los grupos nacionalistas para dejar plantado al secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. Fue su manera de protestar por la decisión del PSOE de postergar el debate sobre la autorización para que las selecciones deportivas autonómicas puedan participar en torneos internacionales.

Los portavoces de CiU, ERC, PNV, IU-ICV, CC y el Grupo Mixto decidieron no asistir a la comisión de Educación y Ciencia del Congreso, donde Lissavetzky iba a explicar la participación española en los JJOO de Atenas. Según el diputado convergente Josep Maldonado, los retrasos del PSOE "no conseguirán" que los nacionalistas cejen en su lucha.