El presidente de la Generalitat advirtió ayer de que el Estatuto saldrá adelante "pese a las campañas no democráticas". Pasqual Maragall se refirió así al boicot que se está incitando desde determinados ámbitos contra los productos catalanes durante una visita a los viticultores del Penedés (Tarragona). Esta actitud de fomento de la crispación, añadió, pone las condiciones para que crezca la desconfianza entre los ciudadanos, creando un problema donde no existía. "¿No ven que denunciando que no sienten como suyos unos productos que son suyos están dando alas a un sentimiento separatista que inevitablemente se va a radicalizar?", se preguntó el presidente catalán.

Mientras, el secretario de Estado de Comunicación del Gobierno, Fernando Moraleda, recomendó ayer "aumentar la pedagogía" para luchar contra el boicot. "Sólo desde el sectarismo se puede hacer un daño objetivo a unas empresas que han hecho un esfuerzo extraordinario del que se han beneficiado no sólo los catalanes, sino también los españoles y el mundo entero", afirmó.

Desde el mundo empresarial se ha llamado a la cordura. El jueves, expresó su preocupación el Consejo Empresarial de Comercio, que dijo que el boicot perjudica a toda España. Días atrás, el presidente de la CEOE, José María Cuevas, tildó el boicot de "injustificado e impresentable".