Isabel García Marcos, exteniente de alcalde de Marbella, intentó ayer justificar de nuevo los casi 375.000 euros encontrados en su domicilio cuando fue detenida a finales de abril en el marco de la operación Malaya contra la corrupción municipal. En su primera declaración, aseguró que este dinero procedía de regalos recibidos por su matrimonio.

La exconcejal marbellí, considerada el azote del GIL antes de la polémica moción de censura contra Julián Muñoz, acudió a declarar por segunda vez a petición del juez instructor del caso, Miguel Ángel Torres. Su abogado, Javier Gómez de Liaño, explicó que García Marcos mantuvo la versión ofrecida tras su detención y ratificó "claramente su inocencia en los hechos que se le imputan". En este sentido, apuntó que "choca mucho que una persona que luchó sola durante 15 años contra la corrupción en Marbella cometa los mismos delitos que ha denunciado".

Así, el letrado consideró que la exedil había logrado justificar "correctamente" los ingresos recibidos en su época en el Gobierno municipal. En el auto de prisión, el juez vinculaba a Isabel García Marcos con la concesión del servicio de la grúa municipal a un empresario también detenido. Además, la acusaba de haber mediado con empresarios en la obtención de licencias y proyectos urbanísticos a cambio de una cantidad que se abonaba hasta en tres momentos distintos.