El PSOE aprobó ayer en su conferencia política una ponencia en la que se reconoce que el camino hacia la paz definitiva en Euskadi es "difícil, delicado y largo". En ese sendero "duro y estrecho", los demócratas se han encontrado con una enorme roca. Se llama Iñaki de Juana Chaos. La huelga de hambre de uno de los presos etarras más sanguinarios y radicales de la banda se ha convertido en una de esas "dificultades" en el proceso de paz de las que avisó en su día Zapatero. De Juana inició la protesta hace 42 días y ha perdido casi 18 kilos. La Audiencia Nacional ha ordenado que sea alimentado a la fuerza si su estado de salud se agrava.

Condenado a más de 3.000 años de cárcel, y tras cumplir solo 20, protesta porque se ha cancelado su excarcelación. Aunque su huelga responde a intereses personales, tiene el apoyo de la izquierda aberzale. Los colectivos afines a Batasuna han convocado manifestaciones para presionar al Gobierno.

El historial

Antes de convertirse en uno de los etarras más crueles, De Juana fue miembro de la Ertzaintza. Permaneció a la policía autonómica cuatro años, de 1979 a 1983, antes de huir tras la detención de uno de sus compañeros de la banda.

De 1985 hasta su desarticulación, en 1987, fue dirigente del comando Madrid y participó en 11 atentados. Entre ellos, en la matanza de la plaza de la República Dominicana de Madrid, en la que murieron 12 personas. En total, hasta su detención, asesinó a 25 personas, lo que le valió una condena de más de 3.000 años de cárcel. Aun así, con la aplicación de las redenciones entonces vigentes, después de que permaneciera solo 18 años entre rejas, estaba previsto que en el 2004 saliera en libertad. Lo impidió el juez Fernando Grande-Marlaska que, a petición del fiscal, le procesó de nuevo por pertenencia a banda armada y por amenazas terroristas por haber publicado en Gara dos cartas intimidantes contra varios funcionarios de prisiones y un juez. El fiscal ha pedido que sea condenado a 96 años por estos delitos.

De Juana pertenece al sector más duro de los presos etarras y se caracteriza por liderarlos en los cárceles por las que ha pasado. No solo ha participado en todas las protestas que organiza ETA, como otras huelgas de hambre, sino que en prisión ha marcado objetivos a los pistoleros, como jueces o funcionarios a los que manda cartas, y se ha mostrado contrario a abandonar las armas. Incluso ha intentado celebrar algunos atentados. Pidió champán y langostinos para poder celebrar el asesinato del miembro de UPN, Tomás Caballero.

La protesta

De Juana Chaos comenzó la huelga de hambre el 7 de agosto. Según fuentes de Instituciones Penitenciarias, previamente comunicó su decisión a la dirección de la cárcel de Algeciras (Cádiz), donde cumple condena, y argumentó que el motivo era protestar por la paralización de su excarcelación por las imputaciones surgidas por el envío de las cartas a Gara.

Desde entonces, los funcionarios le sirven diariamente en su celda de aislamiento la comida, pero De Juana la deja intacta. Solo ingiere agua, según sus propias declaraciones. Ya ha perdido casi 18 kilos, aunque su estado sigue siendo "aceptable". Todos los días le visita el médico de la cárcel, quien en el último parte indicó que "sigue consciente y orientado". De Juana apenas se mueve de la cama, según Instituciones Penitenciarias, por lo que, como su desgaste físico es escaso, puede que resista bastante más sin empeorar.

Aun así, la Audiencia acordó el jueves que si los médicos aprecian que existe un peligro para su vida o integridad física se le alimente de forma forzosa, en virtud de una sentencia del Constitucional.

Cabe destacar que De Juana padece insuficiencia renal por anteriores huelgas de hambre. Esta medida de protesta era frecuente en el colectivo de presos etarras, pero como suelen participar casi todos y se van turnando, ninguno ha pasado tanto tiempo sin comer como para que las autoridades judiciales ordenen su alimentación forzosa. Fuentes penitenciarias aseguraron que hace casi dos años que no realizan ninguna protesta similar. El precedente de una huelga extrema fue el que llevaron a cabo presos de los GRAPO a fines del año 1980. Muchos de ellos sufrieron secuelas considerables e incluso uno de ellos murió.

El entorno

Pese a que la huelga de De Juana responde a intereses personales e incluso el diario Gara tardó 10 días en informar de la misma, en estos momentos su situación está siendo aprovechada por la izquierda aberzale para presionar al Gobierno. Sus dirigentes alertan continuamente de las graves consecuencias que tendría su empeoramiento.

En el mundo radical, su situación es considerada una muestra de la "hipocresía" del Gobierno socialista, capaz de manipular la legislación penitenciaria para imponer de facto cadenas perpetuas a los reclusos. Es llamativo cómo se cita su caso en todas las ruedas de prensa de Batasuna, con un recuerdo de los días que lleva sin ingerir alimentos y los kilos perdidos.

Las manifestaciones de la izquierda aberzale del último mes, centradas al principio en el derecho de autodeterminación, incorporaron lemas en favor de los presos de ETA y su papel en el proceso de paz. Buena parte de los gritos coreados reclamaban la amnistía de todos los reclusos. Además, las pintadas que siguen apareciendo en las calles de Euskadi acusan al Gobierno de mantener una política penitenciara "asesina".