Un ataque a la sede socialista en el municipio alavés de Iruña de Oca, de 2.300 habitantes, fue el episodio más significativo en los nuevos actos de violencia callejera que se vivieron en diferentes puntos del País Vasco durante la madrugada de ayer. El artefacto solo estalló parcialmente y causó escasos daños materiales en la fachada donde se encuentra la casa del pueblo.

Los radicales también actuaron a última hora del lunes en el barrio de Santutxu (Bilbao), donde quemaron contenedores de basuras y un cajero automático. Además, se conoció ayer que unos encapuchados asaltaron el pasado domingo a un repartidor del Diario de Navarra y se llevaron 400 ejemplares. Todos los partidos de Euskadi condenaron estos actos de kale borroka.