José Luis Rodríguez Zapatero está decidido a borrar de la campaña electoral catalana el recuerdo de su foto con el candidato nacionalista, Artur Mas, pactando el Estatut. Y a disolver la idea de que el Gobierno socialista suspira por una alianza con CiU a cambio de que el PSC renuncie a reeditar el tripartito y ceda la presidencia de la Generalitat si este último gana las elecciones del 1 de noviembre. "Ahora, en este momento, no considero prioritario buscar una alianza con CiU", remachó el presidente del Gobierno ayer en la reunión de la ejecutiva del PSOE.

El distanciamiento del presidente respecto de CiU va ganado intensidad a medida que se acerca el 1-N y se polariza la contienda entre los dos principales candidatos, el socialista José Montilla y el nacionalista Artur Mas.

NOTARIO Ayer, Mas firmó con toda solemnidad ante notario, el Contrato con los catalanes, una serie de 21 compromisos que incluye las principales propuestas electorales y entre las que destaca la promesa de que CiU no alcanzará ningún pacto con el PP catalán durante la próxima legislatura.

Montilla reclamó a CiU que no vote en contra de los presupuestos generales del Estado. Y mientras, los dirigentes del PP de las comunidades del arco mediterráneo, se reunieron ayer con Josep Piqué para lograr convertir al PP en la llave que CiU buscará a partir del 1-N para gobernar.