Cumplir con la ley de partidos es la única senda que puede transitar Batasuna si quiere presentarse a las elecciones. Mariano Rajoy cree que ese es el asunto "esencial" que debe abordar hoy en su reunión con José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente le garantizará que no habrá facilidades ni ningún tipo de atajo para que la fuerza que lidera Arnaldo Otegi se convierta en legal. Así responderá, según fuentes oficiales, a la principal demanda que el líder del PP le planteará en la Moncloa.

El jefe del Ejecutivo le insistirá en que Batasuna no podrá ocultarse bajo una lista blanca para concurrir a las próximas municipales y forales, porque el Estado trabajará para impedirlo. Zapatero asegurará a Rajoy que el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, iniciará la impugnación de cualquier lista sospechosa de ocultar al partido ilegalizado.

Esto no significa que el Ejecutivo no desee que Batasuna pueda ser una opción electoral para los miles de votantes vascos que comparten sus ideas. De hecho, el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró ayer que sería "bueno" y "un paso adelante" que fuera así, "pero cumpliendo la ley". Rubalcaba dejó claro que la ley es "la de partidos", pactada por PP y PSOE, y que no hay alternativa a su cumplimiento.

Rajoy dijo que la actitud que mantendrá hoy en la Moncloa será la "previsible". Reclamará a Zapatero que le convenza de que Navarra no será objeto de negociación, y de que el fiscal general no se inclinará hacia criterios que beneficien a ETA. El dirigente conservador aseguró que aún no tiene "confirmación oficial" de que se haya producido una reunión entre el Gobierno y la banda.

FILTRACIÓN "IRRESPONSABLE" Sobre la divulgación del contacto entre emisarios del Gobierno y la banda, Rubalcaba definió como una "irresponsabilidad" esta filtración. El titular de Interior agradeció el "apoyo" de los grupos parlamentarios y la "bastante prudencia" con la que se conducen sus responsables, aunque criticó que la gente hable y que a veces lo haga "el que menos sabe". Rubalcaba rehusó fijar plazos para la primera reunión oficial con ETA o para la consecución de avances en el proceso. El Ejecutivo, dijo, "no trabaja con fechas concretas".

Por otra parte, Rajoy no informará del contenido de la reunión desde la Moncloa, sino desde la sede de su partido. La decisión la tomó por razones de "comodidad". Este hecho se interpretó como un mal augurio. Entre otras cosas, porque en su anterior visita, cuando dio apoyo a Zapatero, este le cedió la sala de prensa que usa el Gobierno, y no la reservada a los invitados.