A tres días de que el Parlamento vasco debata el proyecto de ley de consulta sobre el derecho a decidir para el 25 de octubre, ya afloran las diferencias entre los socios del Ejecutivo sobre cómo responder en caso de que la norma se apruebe y el Tribunal Constitucional (TC) la paralice. El presidente de EA, Unai Ziarreta, anunció que su partido "empujará" para que la consulta se celebre "por encima de prohibiciones", lo que choca con la decisión de Iñigo Urkullu de "acatar" lo que diga el TC.

Las especulaciones se suscitaron públicamente, pese a que ninguno de los aliados en el Ejecutivo que preside Juan José Ibarretxe (PNV, EA, EB) tiene la certeza de que el proyecto va a ser aprobado. Dirigentes de los tres partidos reconocieron ayer desconocer cuál sera el sentido del voto de los diputados del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK) que son quienes pueden dirimir el empate a 33 entre quienes apoyan la consulta y los que la rechazan.

La portavoz de EHAK, Nekane Erauskin, confesó en una entrevista al diario Gara que su grupo ha tomado una decisión, pero rehusó hacerla pública y dijo que el misterio se desvelará en "los próximos días". No obstante, Ziarreta consideró "inimaginable" que EHAK se pronuncie en contra de la propuesta y se limitó a constatar que la izquierda aberzale "juega al escondite" para mantener la tensión mediática.

Otros dirigentes del PNV no lo tienen tan claro. De hecho, en la ejecutiva que preside Urkullu existe una división de opiniones entre quienes vaticinan que, al final, EHAK respaldará la iniciativa y los que estiman que le cerrará el camino para poner en un aprieto a Ibarretxe.

ELENCO DE MEDIDAS En cualquier caso, las cúpulas de los partidos ya han empezado a valorar las posibles respuestas que "deberán dar" tanto el Ejecutivo como el Parlamento ante el anunciado recurso del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en caso de que la cámara dé luz verde a la consulta. La que más división interna genera entre los socios es la posibilidad acariciada por EA de mantener la iniciativa aunque el Constitucional la pare. Fuentes de la dirección peneuvista descartaron mantener la convocatoria de la consulta si se está pendiente de un pronunciamiento de los tribunales.

Sin embargo, se barajan otras alternativas: una masiva recogida de firmas, compromisos personales ante notario, protestas en la calle e incluso un recurso ante las instancias europeas, además de una campaña internacional de denuncia contra el veto a una consulta no vinculante.

RESPUESTA SEGURA El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), avisó de que, a la defensa jurídica de la legalidad de la iniciativa, las instituciones unirán una "respuesta política". Avanzó que mientras el Constitucional analice el recurso, Vitoria presentará una "alternativa".

También el presidente del PNV en Guipúzcoa y defensor a ultranza de Ibarretxe y su consulta, Joseba Egibar, se sumó a las advertencias. Anunció que, si Zapatero adopta una decisión "tan grave" como la de "impedir" que los vascos opinen, le responderán "desde la equivalencia política". Los detractores de la iniciativa enfatizaron sus críticas a Ibarretxe. Patxi López (PSE) recalcó que lo "más preocupante" es que el lendakari busque el apoyo de EHAK y Leopoldo Barreda (PP) dijo que Ibarretxe hace "rogativas" a los seguidores de ETA.