El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo ayer gala, una vez más, de su optimismo antropológico. En su comparecencia parlamentaria para dar cuenta de las conclusiones del reciente Consejo Europeo, Zapatero sorprendió al pronosticar que, a partir de marzo o abril, España generará "un volumen muy estimable de empleo".

El presidente argumentó que será entonces cuando empezarán a hacer efecto los 11.000 millones de euros que el Estado inyectará en los ayuntamientos y en sectores clave de la economía productiva para generar empleo. Entonces, según Zapatero, existirá "un ritmo intenso de actuaciones, de obras públicas", que van a crear puestos de trabajo.

DESCONFIANZA Esta previsión contrasta con la que mantenía, al menos hasta ayer mismo, el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, según la cual durante todo el próximo año va a seguir creciendo el paro. El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, ironizó con el optimismo de Zapatero y aventuró que la única mejora que se va a percibir en abril es "la mejora del tiempo, porque llegará la primavera". El líder de los populares, Mariano Rajoy, también subrayó la diferencia de criterio entre Zapatero y Solbes y le afeó al presidente que lance este tipo de promesas o augurios, porque "generan mucha desconfianza" y transmiten la impresión de que el presidente y su vicepresidente económico "no se hablan". Rajoy manifestó su deseo de que las palabras del presidente no se conviertan en un "engaño" más.

En su segunda intervención, y tras escuchar a Rajoy, Zapatero ya matizó sus palabras y negó haber afirmado que en abril se vaya a crear empleo intensamente. E insistió en que, a partir de marzo, la inversión pública empezará a ser efectiva y a crear empleo en el sector de la construcción. Según sus cálculos, los 33.000 millones para obra pública en el 2009 permitirán poner en marcha 22.000 obras lo que, "sin duda, va a generar empleo", dijo.