Acorralada en Francia y recién expulsada de Portugal, ETA buscaba en Cataluña una masía en el Pirineo, en Girona, cerca de la frontera, y un piso o nave en Barcelona para instalar su nuevo centro de operaciones desde el que reactivar su ofensiva de atentados. El encargado de organizar la logística que acogiera al nuevo comando Barcelona era el etarra Faustino Marcos Álvarez, detenido el martes en un tren en la estación de Portbou, y que el miércoles declaró a los policías de la comisaría general de información de Madrid lo mismo que horas antes contó a sus compañeros de Barcelona: "ETA busca refugio en Cataluña".

Marcos, escondido en Francia desde el 2002, reiteró en Madrid lo que dijo en caliente en la comisaría fronteriza que la Policía Nacional tiene en la estación de tren de Portbou, y que este diario ya adelantó ayer: que había recibido órdenes de alquilar una masía en el Pirineo para reorganizar un comando que actuaría desde Cataluña. Y añadió en este segundo interrogatorio un nuevo dato que da idea del interés renovado de ETA por Cataluña: "Buscaba también un piso o una nave para alquilar en Barcelona", explicaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista.

INTENTO FRUSTRADO Una información que detalló el consejero de Interior, Joan Saura, cuando ayer fue preguntado en Catalunya Ràdio por la información de este diario referente a Faustino Marcos: "No solo iba alquilar una masía, también quería un piso en Barcelona para montar un almacén logístico".

Horas más tarde fue el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien desde Lisboa y acompañado de su homólogo portugués, Rui Pereira, confirmó las intenciones etarras en Cataluña. "ETA intenta diversificar su logística fruto de los problemas que tiene en Francia, pero ya no lo va a hacer". Desactivados en Portugal y asediados en Francia, la dirección de ETA había ordenado a dos de sus antiguos ilegales que regresaran a España para reorganizar "urgentemente" varios comandos, tres en el País Vasco y otro en Barcelona, con los que atentar.

Ibai Beobide fue el primero en cruzar la frontera. La Guardia Civil lo detuvo el sábado cuando circulaba en bicicleta, armado y con 3.000 euros. El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno lo envió ayer a prisión atribuyendo a Beobide la "creación, dinamización y coordinación" de tres comandos que dispondrían de cerca de 150 kilos de explosivos que la Guardia Civil busca desde ayer en Hernani.

ENTRADA POR HUESCA Beobide entró en España a pie, por Huesca, tras varios días cruzando la frontera monte a través. Burló los controles, pero se topó con la Guardia Civil. Fue él quien dio los nombres de los integrantes de sus comandos, entre ellos Jon Rosales, que cuando supo el sábado de la detención de Beobide, con el que se había visto días antes, quiso huir a Francia en compañía de Adur Aristegui, con él que estaba de fiesta en el carnaval de Sitges cuando arrestaron a su jefe. A los dos les detuvieron el miércoles los Mossos d´Esquadra en un control rutinario a la salida de Molló (Girona). Anoche, la Guardia Civil registraba en Navarra el caserío de la novia de Rosales, desaparecida desde la detención de Beobide.

Tras caer Beobide, la cúpula de ETA activó la opción de Barcelona y el martes envió a Marcos. Esta vez la opción para entrar fue el Talgo que atraviesa la frontera desde Montpellier a Cartagena. Su aspecto, desaliñado y sucio, y su nerviosismo al ver a los agentes le delató. Se identificó como miembro de ETA y detalló sus planes en Cataluña.