El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo (PP), terció ayer en la polémica suscitada por la peineta dedicada por José María Aznar a unos estudiantes de Oviedo. Y lo hizo para pedir respeto a las "decisiones" del expresidente y para invocar los orígenes grecolatinos del gesto. "Es un gesto admitido en civilizaciones que han sido cuna de conocimientos, como Roma o Grecia", subrayó en un coloquio en Bilbao.

La alusión de Feijoo se ajustó solo a medias a la verdad histórica. La acción de mostrar el dedo corazón era ciertamente de uso habitual en las civilizaciones clásicas, pero ya entonces su significado era inequívocamente obsceno. El dramaturgo griego Aristófanes lo usó como un recurso cómico en Las nubes, y el poeta latino Marcial mencionó en ocasiones el digitus impudicus (dedo impúdico) como una acción infamante.