Ni el discurso antiterrorista se modula ni la estrategia contra ETA ha cambiado. Es el mensaje que el lendakari, Patxi López, trasladó ayer al presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, durante un encuentro privado en el Parlamento de Vitoria. Esa es, también, la afirmación tajante de los socialistas vascos para negar que haya un giro en las manifestaciones del presidente del Gobierno, quien afirmó que los últimos mensajes de la izquierda aberzale "no van a caer en balde", aunque acababa de advertir de que todavía son "insuficientes" porque no representan un distanciamiento de la violencia.

El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, interpretó que las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero inciden en lo ya manifestado por el Ejecutivo central, por el lendakari y por él mismo, al aseverar que se han producido "avances" en la actitud de los herederos de Batasuna. En concreto, se tiene constancia de que hay un "conflicto claro" entre la mayoría de los aberzales y ETA, pero que todavía les falta por dar el verdadero paso: romper con la banda.

López tuvo que calmar al PP vasco después de que algunos dirigentes cargasen contra Zapatero por lo que entienden como un mensaje de esperanza al entorno político de la banda. El secretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, intuyó la mano de un mediador internacional en la "enlatada" y "diseñada" respuesta del presidente. En su opinión, Zapatero buscaba un guiño que fuera valorado "al otro lado de la falsa mediación".

Muy al contrario que el PP, los partidos independentistas vascos aplaudieron el gesto del jefe del Ejecutivo, y aprovecharon para exigir por enésima vez la relegalización de Batasuna. El diputado de EA Juanjo Agirrezabala cree que Zapatero hizo evidente "el nuevo tiempo político" abierto en Euskadi. Aralar, por su parte, considera que el presidente del Gobierno ha desautorizado implícitamente a López, pues interprete "de forma positiva" aquello que el Ejecutivo de Vitoria "descalifica".

MENSAJE CLARO Los dos principales sindicatos de la policía coincidieron en acusar a Zapatero, de cometer "un error" al "abrir la puerta" y "tender la mano" a Batasuna. El lendakari y Ares han apostillado en varias ocasiones que la confrontación entre ETA y los aberzales existe, que representa algo inédito hasta ahora, pero que reconocerlo no significa, en ningún caso, aliviar la presión sobre ese mundo.

Al contrario, lo que pretende el Gobierno vasco es advertirles de que las vías exclusivamente políticas son la única dirección correcta.