El Tribunal Constitucional (TC) ordenó ayer a un juzgado de Valencia que reabra la investigación por una denuncia por torturas presentada por la etarra Sara Majarenas. El alto tribunal reprocha al juzgado que haya "clausurado" el caso sin haber realizado ninguna diligencia para intentar esclarecer la verdad.

Majarenas fue detenida en el 2005 en Valencia junto a su compañero sentimental, Mikel Orbegozo. La Audiencia Nacional les condenó en el 2007 a 13 y 14 años de prisión respectivamente por integración en ETA, falsedad documental y tenencia ilícita de armas. Dos meses después de su arresto, la etarra denunció que había sido víctima de malos tratos durante su detención en Valencia y Madrid.

La terrorista recibió asistencia en un centro hospitalario de Valencia y narró a los forenses que la visitaron en la comisaría que había sido golpeada en la cabeza y había sufrido amenazas. Sin embargo, el juzgado de Valencia archivó la denuncia por entender que esta tenía como "único fin minar la labor que día a día realizan los miembros y cuerpos de seguridad en el ejercicio de sus funciones". La Audiencia Provincial de Valencia ratificó la decisión de su juzgado.

El Constitucional deja sin efecto estas decisiones al considerar que los hechos denunciados por Majarenas "presentan la suficiente gravedad" como para ser investigados. También desmonta los argumentos de los tribunales valencianos. Para el TC, el hecho de que la etarra tardara dos meses en presentar la denuncia "no le resta credibilidad".

El Constitucional entiende que los efectos de "la violencia ejercida sobre la libertad del individuo no deja de producirse en el momento en que físicamente cesa aquella sino que su virtualidad coactiva puede pervivir y normalmente lo hará, más allá de su práctica". Ahora, el juzgado de Valencia tendrá que rehacer toda la instrucción para" respetar el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva con relación al derecho a no ser sometido a torturas ni a tratos inhumanos.

Por otra parte, en el juicio en la Audiencia de San Sebastián contra 15 guardias civiles por las presuntas torturas que sufrieron los etarras Mattin Sarasola e Igor Portu --autores del atentado de la T-4 de Barajas en el 2006--, dos de los forenses que redactaron un informe sobre las lesiones de los dos terroristas aseguraron ayer que las heridas más graves no son compatibles con la versión oficial. Una tesis desmentida por los peritos propuestos por los imputados. No obstante, los cuatro expertos explicaron que las heridas de menor entidad que sufrieron pudieron deberse a una detención "violenta".