El Ministerio de Trabajo ultima nuevos cambios en la reforma laboral de septiembre del 2010 que, en la práctica, supondrán nuevos incentivos a la contratación temporal.

El Gobierno pretende elevar de 21 a 25 años la edad máxima del trabajador en el contrato de formación, que puede ser remunerado con el salario mínimo interprofesional (641 euros al mes). Además, de forma transitoria, durante dos años, el tope se elevará hasta los 30 años, según el borrador de la refoma al que ha tenido acceso este diario.

Una de las cuestiones que, sin duda, causará mayor rechazo entre las organizaciones sindicales es la intención del Gobierno de suspender durante dos años el artículo 15.5 del Estatuto de los Trabajadores, que protege contra el encadenamiento abusivo de la contratación temporal.

El artículo 15.5 establece que si un trabajador ha estado contratado por más de 24 meses (dentro de un periodo de 30 meses) para el mismo o diferente puesto con la misma empresa o grupo de empresas, mediante dos o más contratos temporales, adquirirá la condición de fijo.

Fuentes parlamentarias interpretan que el Gobierno de Rodríguez Zapatero se ve obligado a introducir tales disposiciones para concitar el apoyo de los grupos conservadores al decreto laboral que, según anunció ayer el presidente, llegará este viernes al Consejo de Ministros.

El presidente omitió ayer toda referencia a las medidas más impopulares que, en principio, incluirá el real decreto y tan solo anunció las más amables. Zapatero anunció la prórroga por seis meses (hasta el 15 de febrero del 2012) de la prestación de 400 euros para los parados que hayan agotado la prestación.

También anunció la prórroga del mecanismo del Fondo de Garantía Salarial que subvenciona el coste empresarial de la indemnización por despido hasta finales del 2013.