POLÉMICA CON LA COPA DEL REY
El Gobierno pide no mezclar "reivindicaciones" nacionalistas con el deporte
"El deporte es algo para disfrutar y no para hacer de él objeto de otro tipo de reivindicaciones", ha dicho Sáenz de Santamaría.
EL PERIÓDICO
La propuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que ha pedido suspender y celebrar a puerta cerrada la final de la Copa del Rey ante la posibilidad, como ya ocurrió hace tres años, que durante el partido que enfrentará el viernes al Barça y el Athletic se produzca una pitada contra el Príncipe o el himno de España, no ha sido bien recibida entre los dirigentes políticos, ni si quiera entre los miembros del PP, que sí han criticado que se use la competición con fines políticos.
Así, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido no mezclar "reivindicaciones" nacionalistas con el deporte, si bien al ser preguntada por la posibilidad de jugar el partido a puerta cerrada, la vicepresidenta del Gobierno ha hecho una llamada "a la reflexión a todo el mundo". "El deporte es algo para disfrutar y no para hacer de él objeto de otro tipo de reivindicaciones", exclamó y argumentó que a los españoles el deporte les llega mucho por lo que instó a "evitar que la gente mezcle unas cosas con las otras".
El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, por su parte, ha manifestado que la suspensión de la final de la Copa del Rey de fútbol debería ser el último recurso para evitar posibles incidentes soberanistas en el partido. En cualquier caso, Posada ha considerado que organizar una reivindicación soberanista a cuenta de una manifestación deportiva "es un error", porque solo contribuye a "exacerbar sentimientos", lo que "no ayuda a comprender las razones del otro".
La oposición carga contra Aguirre
Para el PSOE, la propuesta de la presidenta madrileña es solo una "cortina de humo" para no hablar de la desviación de déficit de Madrid o de la huelga de enseñanza. Rafael Simancas, exsecretario general de los socialistas madrileños, ha declarado en los pasillos del Congreso que suspender el partido de fútbol es una medida "extraordinaria" y una "exageración" que haría pagar "a justos por pecadores".
El político socialista ha condenado no obstante la actitud de "quienes quieren convertir el partido en otra cosa" que no merecen ni vascos, ni catalanes ni españoles en general. Simancas confía en que los seguidores, que son "gente sensata", sabrán distinguir el fútbol de la reivindicación política.
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