Luis Bárcenas comunicó ayer al juez Pablo Ruz que, aunque acudirá al juzgado cada vez que se le llame, no piensa volver a declarar porque ya lo ha hecho en ocho ocasiones. De hecho, ayer ya no prestó declaración y tampoco facilitó un cuerpo de escritura porque, según explicó, ya realizó esta prueba ante la Fiscalía Anticorrupción en febrero, durante una hora y media, y no sirvió para nada porque su letra no se ha podido cotejar con la que aparece en los llamados papeles de Bárcenas. Sin embargo, el togado ya cuenta con otro documento para practicar esta prueba. El Senado le ha remitido la declaración de bienes patrimoniales que el extesorero del PP escribió de su puño y letra.

El también extesorero del PP Álvaro Lapuerta ratificó ante Ruz la declaración que prestó ante la fiscalía en febrero, en la que negó que el PP se financiara ilegalmente, que los donativos de esta formación estuvieran al margen de la ley y que él conociera los llamados papeles de Bárcenas. Además, durante media hora, a petición de un policía calígrafo, escribió guarismos para descartar que él sea el autor de los citados papeles.

Por su parte, el magistrado Javier Gómez Bermúdez acusó ayer a la sala penal y al fiscal de saltarse la ley por haberle suspendido la declaración de Bárcenas por razones de "prudencia". El lunes está previsto que este juez comunique si mantiene o no las comparecencias de los empresarios que aparecen en los papeles al resolver el recurso presentado por Anticorrupción en el que se le pide que pase el caso a Ruz. Este último acotó más la investigación sobre el PP al reclamar al partido "la contabilidad auxiliar de su cuenta de gastos de representación, donativos y tesorería de los ejercicios 1990-2011". El togado reprocha a los conservadores "la falta de detalle" de la documentación.

Entretanto, Bárcenas retira sus pertenencias de la sede del PP. El jueves, según El Diario Vasco, mandó recoger sus trofeos de caza: una cabeza de alce y otra de ciervo.