ESTRATEGIA ANTE UN CASO DE CORRUPCIÓN

Rubalcaba ratifica su fe en Griñán ante el nuevo cariz del 'caso ERE'

El PSOE se vuelca en defender con firmeza al mandatario y hombre fuerte del partido. El socialismo andaluz culpa a la anterior Consejería de Empleo de la Junta

JUAN RUIZ SIERRA JULIA CAMACHO

Ahora que el caso ERE ha vuelto a las primeras páginas de los diarios, a raíz de los nuevos autos de la jueza Mercedes Alaya en los que apunta a una trama organizada para otorgar ayudas irregulares en los Expedientes de Regulación de Empleo andaluces, desde la sede del PSOE salen estos días férreos mensajes de defensa al presidente de la Junta, José Antonio Griñán. "Confiamos en él". "Estamos volcados en su defensa". "No tiene nada que esconder". El líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, dejó desde un principio en manos del mandatario autonómico la estrategia a seguir, y ahora continuará siendo así, si bien con un nuevo matiz a nivel estatal. El caso ERE coincide en el tiempo con el caso Bárcenas, y los socialistas quieren aprovecharlo para resaltar que Mariano Rajoy no da explicaciones y Griñán, en cambio, sí.

Mientras tanto, en Andalucía, la Junta y el PSOE dicen estar tranquilos. Colocan las responsabilidades en la Consejería de Empleo entre el 2004 y el 2009, los años de las irregularidades. No hay argumentos, continúan, que justifiquen la imputación de Griñán, entonces consejero de Hacienda, porque las partidas presupuestarias de donde salieron las ayudas para los ERE fueron aprobadas por el Parlamento y tuvieron el visto bueno de la Intervención General. Este será el mensaje que repetirán en todos los foros.

CAMBIO DE PANORAMA Los socialistas creen que tampoco será imputado ningún alto cargo del actual Gobierno andaluz. Sin embargo, la jueza ha abierto esa puerta. "El panorama ha cambiado. Habíamos asistido al otorgamiento arbitrario de ayudas públicas. Ahora estamos ante un sistema establecido en el que la concesión de ayudas se convierte en negocio", argumenta Alaya en su auto, donde señala que podría haber "más responsables" implicados.

Pero en la calle de Ferraz, sede del PSOE, sostienen que no hay ninguna novedad. Fue Griñán, señalan, quien llevó las irregularidades a la fiscalía y quien ha comparecido varias veces para rendir cuentas. La última, el pasado lunes. Griñán, hombre fuerte del PSOE, se sometió a decenas de preguntas y dijo estar dispuesto a ir incluso al Congreso. "Cuando Rajoy recorra la mitad del camino que Griñán, podremos hablar", dijo al día siguiente la número dos del partido, Elena Valenciano.

Aun así, fuentes de la dirección socialista se lamentan de dos cosas. Por un lado, de que el caso resta fuerza a su mensaje de que Andalucía es una alternativa a los recortes de Rajoy. Por otro, de que los andaluces limitaran en un principio el caso al exdirector general de Trabajo, Javier Guerrero, y a "cuatro golfos", cuando ya ha sido imputado el exconsejero de Empleo, Antonio Fernández, y no se descarta que pueda acabar estándolo también su antecesor, José Antonio Viera, actual diputado.

Mientras tanto, la dirección que está tomando la investigación tranquiliza a los socialistas. En estos momentos el rumbo de las pesquisas trata de localizar a los destinatarios del dinero defraudado, tal y como querían que sucediera desde el PSOE, empeñados en demostrar que desde la Junta han iniciado los procedimientos para recuperar esos fondos. Por este motivo, el PSOE descarta que se trate de un caso de financiación irregular del partido como apuntaron la jueza y el PP cuando comprobaron que los beneficiarios eran principalmente empresarios afines al socialismo sevillano

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