Antes de las vacaciones de verano, Mariano Rajoy recibió peticiones de algunos de sus ministros para que sopesase un cambio de estrategia en Cataluña. Y ya hay decisión: un nuevo plan de comunicación frente al soberanismo, suavidad en el tono, campañas pedagógicas y más presencia institucional. Ese plan aún está definiéndose, apuntan las fuentes consultadas, porque el primer paso debía ser hacer pública la respuesta epistolar de Rajoy a Mas ofreciéndole diálogo "sin fecha de caducidad". Eso ocurrió el pasado fin de semana. El lunes, el presidente desayunó en la Moncloa con Cospedal y la dirección del PP y, ayer, el jefe del Ejecutivo aprovechó la pregunta que sobre Cataluña le dirigió en el Congreso el diputado de CiU Pere Macias para marcar camino: tono suave y ofrecimientos de diálogo a cambio de lealtad.

"El diálogo es la mejor fórmula para resolver las discrepancias y todos debemos actuar con responsabilidad, lealtad mutua y respeto a las normas jurídicas", apuntó el jefe del Ejecutivo, quien no ocultó que sus diferencias de criterio con la Generalitat sobre la consulta son "muchas y de fondo".

RESPUESTA A RUBALCABA Totalmente diferentes fueron las formas que utilizó Rajoy para responder al líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, que advirtió al presidente de las consecuencias negativas que puede tener la "pasividad temeraria" que, hasta ahora, ha exhibido respecto a Cataluña. "Hay una mayoría de catalanes que demanda cambio y el resto de los españoles les debemos escuchar y favorecer un cambio constitucional", aseveró Rubalcaba.

El jefe del Ejecutivo, bastante más agresivo que con Macias, apostó por subrayar en la Cámara las contradicciones entre el PSOE y el PSC en lo que concierne al derecho a decidir y la autodeterminación. "Mi posición está fijada en la carta que dirigí al señor Mas. Es usted quien debe resolver el lío interno de su partido, que aún no ha fijado una posición sobre si está a favor o no de la autodeterminación", espetó Rajoy a Rubalcaba, demandándole además que explique en qué consiste su proyecto de reforma de la Carta Magna en pro de un modelo federal y cómo piensa aprobarlo en las Cortes si, a raíz del caso Bárcenas, ha decidido romper relaciones con el grupo popular, cuyo apoyo necesitaría.

Rubalcaba ironizó sobre la cantidad de "ideas" que Rajoy tiene en torno a la situación y los problemas del PSOE frente a las pocas con las que parece contar para decidir "qué hacer con Cataluña". Además, le reprochó al jefe del Ejecutivo que haya dejado pasar un año sin mover un dedo por el conflicto soberanista, con lo que, a su entender, ahora las cosas "están muchísimo peor".