Trece operaciones desde que nació (14 si se cuenta una intervención menor por una otitis cuando tenía 6 años) y 11 ingresos en el quirófano durante su reinado, al que cabe añadir el que se anunció ayer. La primera vez que el Rey entró en una mesa de operaciones fue por culpa de una apendicitis que sufrió en Tánger en 1954, dos décadas antes de ocupar el trono. Tenía 16 años, y no volvió a lesionarse de gravedad hasta 1981, cuando se golpeó contra una puerta de cristal tras un partido de squash con el tenista Manolo Santana en la pista del palacio de la Zarzuela. Se hirió en el tórax, el muslo, el antebrazo izquierdo, las manos y la nariz, por lo que tuvo que ser intervenido durante varias horas y permaneció un mes con el brazo izquierdo escayolado.

A esta segunda intervención quirúrgica se añadieron una tercera en 1985 (por una fibrosis que arrastraba de una fisura en la pelvis causada en un accidente de esquí en Gstaad, Suiza); una cuarta en 1991 (por una fractura de rodilla derecha tras chocar con otro esquiador en Baqueira-Beret) y una quinta en el 2001 (cuando le extirparon unas varices en la pierna derecha).

El 'Fortuna' y la caza

Su afición a los deportes de nieve y a la náutica le acarreó otras lesiones menores. Como cuando en 1995 resbaló en Candanchú y se torció la muñeca, lo que le obligó a llevar una venda en la boda de su hija Elena. O cuando tuvo que visitar al radiólogo por unos dolores de espalda a raíz de un golpe en el yate Fortuna.

También con la caza se ha llevado algún susto: en 1988 sufrió un golpe en el ojo en una cacería que le obligó a llegar gafas oscuras. Nada comparable a la rotura de la cadera derecha que sufrió en Botsuana cuando participaba en un safari. Un accidente, y su consecuente operación, en abril del 2012, que constataba que su salud ya no era la de antaño.

En tres años y medio, el Monarca ha pasado por el quirófano siete veces. La próxima, la octava, será la cuarta en la que se ve afectada una cadera y la segunda en que es la izquierda. Durante ese periodo maldito, además de los daños causados por la artrosis en sus articulaciones y del nódulo en el pulmón, le han colocado una prótesis en la rodilla derecha, le han reparado la rotura del tendón de aquiles del pie izquierdo y le han tratado de una doble hernia discal.

"Aunque digan que estoy enfermísimo, es asunto de tornillos", se defendía en junio el Monarca.