El Gobierno y los partidos políticos, excepto EH Bildu, expresaron ayer su rechazo a los argumentos expuestos por ETA en su último comunicado e instaron a la banda terrorista a dejar de hablar de política y a entregar de una vez las armas y disolverse.

El Ministerio del Interior señaló que lo único que espera de ETA es su disolución y recordó al mundo abertzale que "legalidad no significa impunidad". El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, lamentó que ETA no haya aclarado "cuándo va a entregar las armas". El secretario general del PSE-EE de Álava, Txarli Prieto, demandó que la banda "pague por los daños causados quien tenga cuentas pendientes con la Justicia".

Para el parlamentario popular Antón Damborenea el pronunciamiento de la organización terrorista es "más de lo mismo". Por su parte, el diputado de UPyD, Gorka Maneiro, tildó de "pura basura" el último comunicado en el que ETA "resume su miserable trayectoria".

Muy por el contrario, el parlamentario de EH Bildu, Juanjo Agirrezabala, dijo que ETA "tiende la mano para la paz, para el desarme", a los Gobiernos de España y Francia y manifiesta su voluntad de "seguir dando pasos".