Inés del Río, de 55 años y nacida en Tafalla (Navarra), se encuentra encarcelada desde julio de 1987, cuando fue detenida tras la desarticulación del comando Madrid, uno de los más sanguinarios de ETA. Auxiliar administrativa, fue condenada a más de 3.800 años por 24 asesinatos.

El primero en el que participó, el 12 de junio de 1985, se saldó con la muerte a tiros del coronel Vicente Romero González Calatayud y su conductor. En su huida, la banda abandonó un coche con varios kilos de explosivos que provocó la muerte del agente del TEDAX Esteban del Amo García cuando intentaba desactivarlos. Un mes después, el comando ametralló mortalmente al vicealmirante de la Armada y director general de Política de Defensa, Fausto Escrigas Estrada. En abril de 1986, participó en el atentado que provocó la muerte de cinco guardias civiles y heridas graves a otros cinco agentes. Y tres meses después, en otro que provocó la muerte de tres militares. Pero el más cruel fue el 14 de julio de 1986 en la Plaza de la República Dominicana, en el que fallecieron 12 guardias civiles y otros 43, heridos. Del Río trasladó una furgoneta cargada de explosivos y metralla que explosionó al paso de un microbús en el que viajaban 73 agentes. 17 civiles resultaron heridos. En el 2012 seguía en régimen de primer grado (para los más peligrosos). Nunca se ha arrepentido de sus crímenes.