Veinticuatro horas después de abandonar el Palau de la Generalitat junto a Alfredo Pérez Rubalcaba con la sensación de que hay margen para la negociación de una tercera vía con Artur Mas, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, cambió de pistón y pasó del mensaje conciliador al ataque directo al presidente catalán, a su Gobierno y a su socio de Esquerra. Tanto es así que incluso retiró la mano tendida que tantas veces le ha ofrecido a CiU para colaborar en la gobernabilidad como recambio de ERC. Una ruptura que, según fuentes socialistas, afecta tanto a la negociación del nuevo presupuesto autonómico como a la hoja de ruta soberanista.

El dirigente del PSC formalizó su desaire con una exclamación: "¡Hasta aquí hemos llegado!" Con ella trató de marcar una línea divisoria respecto a la "Cataluña ficticia" en que están instalados, denunció, Convergència y Esquerra, al tiempo que manifestaba su hartazgo por las reiteradas negativas de Mas a aceptar la colaboración de los socialistas.

Además, para Navarro ya no tiene sentido seguir hablando de la consulta en el 2014. "No se producirá", zanjó el líder del PSC ante el consejo nacional del partido. Con esta premisa, el primer secretario vino a descartar toda posibilidad de acuerdo con CiU, ERC e ICV en la fecha y la pregunta del referendo.