El Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco aprobará una nueva reestructuración de la Ertzaintza adaptada al cese de la actividad de ETA y a las nuevas formas de delito, que supondrá la supresión de la División Antiterrorista y el refuerzo de las comisarías.

La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ha entregado hoy a los sindicatos de la Ertzaintza la propuesta del nuevo organigrama, que tiene como finalidad disponer de más recursos policiales y reducir la carga administrativa.

Así, en la nueva reestructuración que se plantea se reducen las divisiones de la Ertzaintza y de las cinco actuales quedan dos: la División de Protección Ciudadana y la de Investigación Criminal.

Por tanto, en el nuevo organigrama desaparecen la División Antiterrorista y de Información, la de Tráfico y la de Inspección y Administración.

Fuentes del Departamento de Seguridad consultadas por Efe han aclarado que se suprimen estas divisiones porque se redistribuyen sus funciones, por tanto, "no dejan de cumplir sus prestaciones, funciones y servicios".

En el caso de la División Antiterrorista, su desaparición afectará a 136 agentes adscritos temporalmente a la misma, que se integrarán en las comisarías y unidades donde tenían su plaza en propiedad.

La supresión de esta división llega después de una primera fase de reestructuración de la Ertzaintza que se llevó a cabo en septiembre y que supuso la reducción en 71 agentes de la Unidad de Escoltas y la eliminación de la Unidad de Acompañamientos, en la que trabajaban 102 policías.

En una comparecencia en febrero en el Parlamento Vasco, la consejera de Seguridad habló de la supresión de la División Antiterrorista y dijo que no iba a desaparecer porque "el saber acumulado" se iba a dirigir "a luchar contra nuevas modalidades delictivas".

El Plan de Estratégico de la Ertzaintza 2013-2016, que será comunicado esta tarde a los mandos de la Policía Vasca, implicará también la reducción de este colectivo, de 190 a 161 mandos.

La finalidad de esta reestructuración es ofrecer un servicio público adaptado a las necesidades de la ciudadanía y alcanzar "un alto nivel de reconocimiento social" de la Ertzaintza por su "cercanía y eficacia".

Otro de los cambios que se proponen en el nuevo organigrama de la Ertzaintza es la creación de la Oficina Central de Inteligencia y la reducción del número de ertzainas dedicados a labores administrativas.

El Departamento vasco de Seguridad se reunirá con los sindicatos pasado mañana y el 7 de noviembre y se prevé que a mediados de noviembre se aprobará esta reestructuración en el Consejo de la Ertzaintza.