PRESENTACIÓN DEL LIBRO DEL EXLÍDER DEL PSOE SOBRE LA CRISIS

Un exorcismo zapaterista

El expresidente afea a Rajoy su comportamiento en la oposición y a Solbes su falta de "lealtad" con el Gobierno Revela que resistió tres veces las presiones para pedir el rescate

JUAN RUIZ SIERRA

El pasado sábado, durante su discurso inaugural del congreso de los socialistas andaluces, a José Luis Rodríguez Zapatero se le vio algo oxidado. Pese a sus muy comentadas palabras a favor de que su partido se renueve, tuvo una intervención bastante desestructurada. Ayer, en cambio, en la presentación de su libro sobre la anterior legislatura (El dilema. 600 días de vértigo. Ed. Planeta), dio todo tipo de explicaciones. Como ejercicio de exorcismo de sus viejos demonios, que continúan habitando en su cuerpo y en el de todo el PSOE, fue puro zapaterismo: respuestas largas y pausadas, asunción personal de toda la responsabilidad de las traumáticas decisiones (desde el ajuste de mayo del 2010 hasta la reforma constitucional exprés del verano del año siguiente) y ninguna crítica directa a sus colaboradores y sucesores.

Pero sí indirecta. A diferencia de José María Aznar y Felipe González, Zapatero no es un expresidente intervencionista. Permanece ajeno a la coyuntura, al menos de puertas hacia fuera. La de ayer fue su primera rueda de prensa desde que dejó la Moncloa, y siempre dice que su tarea no es valorar a Alfredo Pérez Rubalcaba y a Mariano Rajoy, que han tomado el testigo en el PSOE y el Gobierno. Pero esta vez se le escapó un tímido reproche al líder del PP. Cuando estaba en la oposición, Rajoy hizo cundir la idea de que la crisis era un producto socialista, que bastaba que hubiera cambio en el Ejecutivo para que todo se acabara.

La gratitud y la polémica

"Tras dos años fuera del Gobierno, conocidos los datos de desempleo y deuda pública, mi conclusión es que no era tan fácil como algunos pensaban. Esta es una crisis inédita por su alcance y su contexto", explicó Zapatero.

Hubo otra crítica, también velada, a alguien mucho más cercano: Pedro Solbes, quien en su reciente libro (Recuerdos. Ed. Deusto) acusa a su antiguo jefe de no haber sabido valorar el alcance de la pésima coyuntura económica. Fue bastante ostensible que a Zapatero no le ha sentado bien la irrupción del exvicepresidente económico. Habló de "lealtad". Es decir, de traición. "Siento gratitud hacia todos mis ministros. Esa es mi manera de entender la lealtad del trabajo en equipo. No voy a polemizar nunca con alguien que haya formado parte de mi equipo. Y si me lo permite, estamos en la presentación de mi libro", dijo ayer.

El exlíder del PSOE, por último, reivindicó su gestión --"mantuve intacto el sistema sanitario y el educativo"-- y reveló, como hace en el libro, que tuvo que soportar hasta en tres ocasiones las presiones, sobre todo de la cancillera alemana Angela Merkel, para que pidiera el rescate. "Y las tres dije que no". Aquí se le vio orgulloso.

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