"Si diéramos pábulo a esos extravíos del fanatismo, si acogiéramos la política del órdago como base de diálogo, no abriríamos ninguna operación de reforma, sino que estaríamos deshaciendo nuestro acuerdo democrático. Y el fracaso estaría asegurado". El expresidente del Gobierno José María Aznar ha alertado con estas palabras, en un acto de la Faes, en alusión a Catalunya, del riesgo del nacionalismo que actúa de manera "antidemocrática e ilegal".

El diálogo con los nacionalistas ha de comenzar, ha dicho, diciéndole con "claridad cristalina" que sus actos y propósitos no solo vulneran el modelo constitucional, sino que, además, "lesionan de manera inaceptable los derechos de los ciudadanos". Nacionalismo y populismo, ha subrayado, son "igualmente destructivos" y han emergido con la crisis para ofrecer recetas "que son hoy tan falsas como en el pasado"."Ni los rupturistas de la identidad ni los de la revolución quieren regenerar la democracia. Buscan lo de siempre, acabar con ella", ha apuntado.

Sobre una posible reforma constitucional, el expresidente ha tenido palabras para el PSOE, sin citarle, al señalar que es "ridículo" plantear esa opción como la solución al conflicto con Catalunya. Según las palabras de Aznar, Catalunya es en estos momentos "un paisaje de ruptura, de división y de frustración". "Esta es la gran obra del nacionalismo: romper, dividir y frustrar", ha sentenciado.