El PP ha dedicado mucho tiempo y dinero a localizar a los votantes fieles que le dieron la espalda en las elecciones europeas de mayo del año pasado, esas en las que Podemos asestó el primer gran golpe al bipartidismo y se hizo con cinco escaños para sorpresa de toda la "casta", la prensa y los estudios de opinión. Según fuentes de la dirección, estos informes, que no se han mostrado a los medios, revelan que son dos millones y están repartidos por toda España sin responder a un patrón claro de edad o situación económica.

Los populares tienen identificadas las mesas de votación a las que el elector tradicional del PP no se acercó y ha alertado a los presidentes provinciales para que se vuelquen en esas zonas. El coordinador de campaña, Carlos Floriano, les pidió ayer por carta que convoquen reuniones en locales públicos de asociaciones de vecinos o entidades culturales --evitando las sedes del partido--, para "escuchar sus quejas" y explicarles la gestión del presidente, Mariano Rajoy, y las razones por las que ha aprobado determinadas reformas.

Esta idea, que ya salió en la convención nacional de enero, en la que José María Aznar leyó la cartilla a Rajoy ("¿Aspira el PP realmente a ganar las elecciones? ¿Dónde está el PP?", preguntó en su discurso), se pondrá en marcha inmediatamente, según explicó Floriano.

La dirección del partido quiere que este sistema asambleario, en un claro intento de acercarse algo a la apertura que exhiben otros partidos, como Podemos, se extienda por todo el territorio, no solo en las zonas abstencionistas, para que los candidatos municipales y autonómicos tengan contacto directo con los ciudadanos y tomen nota de sus quejas y aspiraciones. "Les voy a pedir que se comprometan solo con lo que pueden cumplir", aseguró Floriano, sin hacer referencia a las medidas que Rajoy va a dejar pendientes o, directamente, ha aplicado de manera contraria los compromisos que incluía el programa electoral del 2011 (como la promesa de no tocar las pensiones, no subir el IVA ni el IRPF...).

Este plan para reconquistar al elector conservador se abordó en una reunión del comité ejecutivo nacional que presidió Rajoy y en la que el líder del PP no quiso tratar el tema de los candidatos. "Espero cerrar lo importante tranquilamente. Ya vemos lo que está ocurriendo a otros", dijo el presidente a la cúpula del partido en referencia al PSM, según algunos testigos. Los barones que están por confirmar, como el valenciano Alberto Fabra y el madrileño Ignacio González, intentaron dar una imagen de tranquilidad. Más directa, como siempre, fue Esperanza Aguirre, que se ha postulado a alcaldesa: "La pelota no está en mi tejado".

Ante ellos, Rajoy volvió a hacer referencia a encuestas internas que le dan mucha tranquilidad, según demostró. El presidente destacó que su partido sigue siendo el primero en intención de voto en los sondeos y señaló que las elecciones de mayo se celebrarán en un momento de "tirón económico y social". Además, cree que Podemos se está "desinflando".