Pedro Sánchez gana la primera parte, la interna, de la batalla por Madrid. El seleccionado por el secretario general del PSOE para sustituir al destituido Tomás Gómez como candidato en la comunidad, Ángel Gabilondo, lleva cosechando desde el miércoles, en un proceso que culminará hoy, la mayoría de apoyos de los militantes del PSM, cansados de la división interna y aún en estado de conmoción tras el fulminante cese de toda su cúpula. Reunidos en asambleas, las bases socialistas se están volcando con el exministro de Educación frente a su único competidor, Pedro Zerolo, secretario de movimientos sociales del PSOE.

Pese a que su figura continúa estando discutida, sobre todo por parte de los poderosos socialistas andaluces, quienes no apoyan la drástica maniobra de relevo, el ascenso de Gabilondo permite a Sánchez respirar con cierta tranquilidad por el momento junto a su mano derecha, el secretario de organización César Luena, principal diseñador de la operación. El posicionamiento de las bases, sumado a la retirada el pasado miércoles de Amparo Valcarce, la aspirante lanzada por Gómez, muestra que la autoridad del exlíder del PSM ha durado lo mismo que su cargo. Sin él, sus seguidores han cambiado de bando. Ni siquiera la exigencia de primarias por parte de los fieles a Gómez, algo rechazado por falta de tiempo desde la gestora que dirige a los socialistas madrileños, ha encontrado eco.

Aun así, y dado que Gabilondo no será proclamado oficialmente hasta mañana, el mismo día en el que se reunirán en Madrid los principales líderes de la socialdemocracia europea, Sánchez, que continúa sin dar él mismo explicaciones sobre los motivos del cese (el poco tirón electoral de Gómez, la inestabilidad orgánica y los presuntos casos de corrupción que le acechan han sido las razones esgrimidas desde la dirección), se mostró ayer cauto. "Soy respetuoso --dijo en el Congreso--. Vamos a esperar a los militantes. Estoy convencido de que elegirán a quien pueda ganar las elecciones del 24 de mayo y poner fin a más de dos décadas de gobierno de la derecha y al intento de privatización de la sanidad y la educación en Madrid".

SEGUNDA PARTE Aquí es donde reside la segunda parte de la batalla, la externa, que se anticipa más complicada. Estén o no de acuerdo con la forma en la que Gómez ha sido destituido, todos los dirigentes consideran que Gabilondo es mejor candidato que el exlíder del PSM. Pero de ahí a que acabe gobernando hay una larga distancia. Y si pierde puede colocar al líder del PSOE en una posición complicada, ya que se le responsabilizará de la hipotética derrota. Sobre todo, desde el socialismo andaluz, que se enfrenta a sus elecciones el 22 de marzo. En una nueva muestra de la separación entre Sánchez y la presidenta de la Junta, Susana Díaz, no está claro en cuántos actos de campaña participará el secretario general.