Mariano Rajoy y Pedro Sánchez han protagonizado un bronco rifirrafe durante el debate del estado de la nación que se está celebrando hoy en el Congreso de los Diputados. Durante una hora, el ambiente se ha caldeado mucho en el hemiciclo. El principal responsable ha sido el presidente del Gobierno que, después de escuchar el discurso del líder del PSOE, ha dicho que esperaba "más nivel" de su discurso y le ha acusado de estar más pendiente del "señor (Pablo) Iglesias" que de los problemas de España.

Rajoy le ha echado en cara que Manuel Chaves y José AntonioGriñán sigan en sus cargos tras ser imputados por el caso de los ERE, le ha negado ninguna autoridad para hablar de medidas contra el desempleo ("Dejaron a España con 3,4 millones de parados") y se ha cebado con las medidas aprobadas por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, dejando claro, una vez más hoy, que este debate general es el primer gran mitin electoral del presidente del Gobierno.

Ante las críticas a los recortes de Díaz, un diputado socialista ha sacado de la nada una bandera andaluza y se ha envuelto en ella, un gesto que ha obligado al presidente de la Cámara, Jesús Posada, a llamarle al orden y ha elevado todavía más la tensión de la sesión.

Cuando Sánchez ha vuelto a tomar la palabra, el líder del PSOE ha leído la dúplica, algo que Rajoy ha criticado duramente. "No ha dado la talla ni de lejos para ser presidente de este país (...) No vuelva a decir aquí nada, ha sido patético", ha asegurado el jefe del Ejecutivo.