Los abogados defensores de Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres reafirmaron ayer en su intervención final en el juicio de Nóos que deben ser absueltos de los delitos que les atribuyen y volvieron a recurrir en su defensa a la supuesta supervisión de su actividad por parte de la Casa del Rey.

El letrado del marido de la infanta Cristina, Mario Pascual Vives, empezó su informe ante el tribunal de la Audiencia de Palma con una crítica a «la inicial precondena formulada por determinado jefe de la Casa Real, quien fue el primero en tirar la piedra sin estar libre de pecado».

Pascual Vives pidió a las juezas la libre absolución de Urdangarin de todos los delitos por los que está acusado y ha cuestionado la actitud del que fuera jefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno, quien dijo sobre el marido de la infanta que consideraba su comportamiento «no ejemplar» cuando anunció a finales de 2012 que quedaba apartado de las actividades oficiales de la Familia Real.

Según su abogado, el marido de la infanta no indujo a ningún alto cargo político para que «de manera premeditada tuvieran que infringir de manera grosera e injustificadamente las leyes» en su favor, como postulan las acusaciones, y «no se le puede reprochar a Urdangarin que todo lo que él proponía era inmediatamente aceptado sin más».

«Era una persona con unos conocimientos de carácter deportivo y que forma parte de determinada institución, se ha dicho que la más importante del país, pero si bajo el brazo no traía una idea interesante, nadie lo contrataba», aseguró sobre el Instituto Nóos, que percibió 6,5 millones de euros de las administraciones de Valencia y Baleares.

El letrado negó uno por uno que Urdangarin haya cometido los delitos por los que la Fiscalía le pide 19,5 años de prisión y Manos Limpias 26,5 y aseguró que varios testigos corroboran sus tesis, entre ellas varias de personas relacionadas con la Casa Real cuyas explicaciones avalarían, según su criterio, la idea de que la institución supervisaba las actividades del Instituto Nóos.

El único error de su defendido que admitió Pascual Vives es que «siempre ha sido demasiado confiado».

Citó las declaraciones como testigos ante el tribunal del exsecretario de las infantas Carlos García Revenga y del asesor jurídico de la Casa del Rey José Manuel Romero, quien aseguró que pidió a Urdangarin que se desligara de Nóos no porque sospechara de ninguna ilegalidad, sino por la inconveniencia de que el esposo de una infanta desarrollara una actividad comercial.

En este aspecto, el abogado de Urdangarin coincidió con el de su socio Diego Torres, Manuel González Peeters, quien le precedió en la presentación de su informe final y dijo al tribunal que «la más alta institución» del país «estaba al caso de todo» lo que hacía el Instituto Nóos, por lo que no podían pensar «que aquello que se estaba llevando a cabo pudiera tener alguna suerte de atisbo de irregularidad».

Según González Peeters, en el caso Nóos hay «dos víctimas», Torres y su esposa Ana María Tejeiro, porque el proceso «les ha arruinado la vida» y han sufrido «intensa humillación, vilipendio y vejación» así como violación de su intimidad, con registros pormenorizados de su domicilio, su despacho y sus ordenadores.

«¿Igualdad ante la ley? ¿Acaso se ha profanado la intimidad de alguna otra pareja de las que ha sido invitada al acto del juicio oral?», se preguntó el letrado refiriéndose a los exduques de Palma.

Después de los informes presentados por las defensas de Urdangarin, Torres y la exconsejera delegada de la candidatura olímpica Madrid 2016, Mercedes Coghen, hoy quedan tres defensas por hacer sus alegados finales: la del exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau, del asesor fiscal Salvador Trinxet y de la infanta Cristina. Luego los acusados podrán hablar, quedando el juicio visto para sentencia. H