Medida puesta en escena en ERC este jueves en la comparecencia ante la prensa. Decenas de cargos del partido han recibido a Oriol Junqueras con cerrados aplausos y gritos de “independencia” que resonaban indignados. El líder republicano, en su intervención más dura y vehemente en sus años en la política, ha vertido no menos de 20 frases que, en otro momento, cada una de ellas, habría provocado una tormenta mediática. La de más calado político, sin duda, ha sido la comparación de las conversaciones reveladas del ministro Jorge Fernández Diaz, el “GAL mediático” como lo ha bautizado -y la constatación de que el Estado actúa contra una opción democrática- con la gestión que de los atentados del 11 de marzo del 2004 hizo el entonces presidente José María Aznar. “Un ataque a la democracia”, como el GAL y el 11-M.

Que Junqueras haya pedido la dimisión de Mariano Rajoy, a quien las conversaciones publicadas por ‘Público’ salpica este jueves, es casi anécdotico, por previsible. “Tenemos que protegernos contra estos criminales contra la ética y la moral. Unos ataques que no apelan a un partido, ni siquiera a una opción política, como el independentismo, sino a todos los demócratas. Y estamos a días de poder cambiar etsa situación en las urnas”. No se refería sin embargo a un mero cambio de Gobierno “sino a acabar con este Estado y dotarnos de uno nuevo, limpio y donde esto no ocurra”.

“En un barrizal” como es la política española, ha venido a decir Junuqeras, “la limpieza de ERC, demostrada por aquellos que nos han investigado a nosotros y a nuestros entornos y que no han encontrado nada” les hace daño. Y lindando ya con el tono épico ha sentenciado: “no nos rendiremos. Nunca”.

ATAQUE A FERNÁNDEZ DIAZ

El también vicepresidente del Govern ha sido especialmente duro con la persona de Jorge Fernández Diaz. “Si es creyente, si realmente lo es” y cabe recordar que el ministro se jacta de ser, ahora, persona de misa de a 8 diaria, “sabe que lo que ha hecho, la bajeza moral que ha cometido, no tiene perdón de Dios”.

“Es un escándalo el qué, investigar con los poderes que te han dado los ciudadanos a tus adversarios políticos con el ánimo de construir pruebas y volcarlas en el ‘momento procesal oportuno’ como se apunta en las grabaciones; es un escándalo el quién, el ministro del Interior en connivencia con el presidente del Gobierno que, según el propio Fernández Diaz lo sabía; y es un escándalo el dónde, en la misma sede del ministerio” ha afirmado visiblemente indignado.

De Rajoy ha apuntado que debe irse. Si lo sabía, porque lo sabía. Porque un presidente del Gobierno no puede estar al tanto de las prácticas de espionaje sin fundamento alguno y solo con el ánimo de perjudicar a un oponente, al más puro estilo Richard Nixo y el ‘caso Watergate. Y si no lo sabía, precisamente por ignorar que en Gabinete se producen estas prácticas “contrarias a la democracia”.

Junqueras, por otra parte, ha reconocido que ha abordado el tema con el ‘president’ Carles Puigdemont, no solo jefe del Ejecutivo catalán sino miembro del otro partido afectado por los presuntos espionajes de Fernández Díaz, Convergència.