Su última aparición pública tuvo lugar el pasado miércoles, día 22, en la plaza de toros de Las Ventas para presenciar una corrida de la feria de San Isidro junto a su hija, la infanta Elena. Ese día, don Juan Carlos apareció con dos apósitos, uno en la cara y otro en el cuello, tras haber sufrido un derrame provocado por una leve intervención a la que se sometió días antes para quitarle una mancha en la piel. Ese día, el anterior jefe del Estado presidió la gala de presentación de las corridas de San Isidro y se le vio con un fuerte hematoma en el ojo izquierdo causado por el derrame.