Tras la debacle electoral de Podemos en las elecciones vascas y gallegas, el PP acentuó ayer su presión sobre el vicepresidente del Gobierno y líder del partido morado, Pablo Iglesias, y advirtió de que hará "todo lo que esté en su mano" para que Iglesias comparezca en el Congreso y dé explicaciones sobre el 'caso Dina', por lo que contemplan recurrir la decisión de la Mesa de la Cámara baja de frenar las peticiones de PP, Vox y Cs para que compareciese al considerar este caso "un asunto privado".

Los populares caldearon con este tema la sesión de control en el Senado, en la que la senadora del PP María Salom acusó a Iglesias de violencia de género y de ser un "recalcitrante machista" por haber guardado durante un tiempo la tarjeta que le hicieron llegar del móvil que le habían robado a su excolaboradora Dina Bousselham y "violar su intimidad" antes de devolvérsela. Por esta actitud y por sus "mentiras", la parlamentaria popular reclamó su dimisión.

LA RÉPLICA

El líder de Podemos replicó que "a pocas formaciones se las ha investigado tanto para encontrar algo turbio" como al PP y añadió que si se hubiese investigado igual a este partido, "quizá" muchos de los senadores que presenciaban el pleno "estarían en la cárcel".