Cuando Pablo Iglesias deje el Gobierno para asumir la candidatura de las elecciones en Madrid del próximo 4 de mayo, justo antes de que comience la campaña, Yolanda Díaz tomará el relevo como nueva vicepresidenta segunda. Pero aún no está claro que vaya a continuar también como ministra de Trabajo. En Podemos lo dan por hecho, pero en la Moncloa no, como explicó este diario el lunes.

Pedro Sánchez e Iglesias han mantenido este martes, tras el Consejo de Ministros, una breve reunión para analizar el escenario que se abre con la salida del líder de Podemos, que ha sido inesperada y ha descolocado a los socialistas. “Ambos consideran que hay acuerdo en los cambios que deben acometerse y solamente falta rematar algunos detalles en base al acuerdo de coalición”, ha señalado después el Gobierno a través de un comunicado.

Esos “detalles” por “rematar” tienen que ver con Díaz, también señalada por Iglesias como próxima candidata de los morados a las elecciones generales, que salvo adelanto se celebrarán a finales de 2021. La principal duda reside en si la actual ministra de Trabajo, que durante esta legislatura marcada por la pandemia ha forjado importantes acuerdos con la patronal y los sindicatos, debe compatibilizar este puesto con el de vicepresidenta segunda. Trabajo es un área económica, y en principio aquí la máxima autoridad, solo por detrás de Sánchez, es Nadia Calviño, la vicepresidenta tercera. Pero al convertirse Díaz en vicepresidenta segunda, su rango sería más elevado que el de Calviño. Hay dudas en el entorno de Sánchez.

Tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha evitado confirmar que Díaz mantendrá su actual cartera. “No voy a especular. Le corresponde decidirlo en exclusiva al presidente del Gobierno. Cuando se aproxime la fecha de salida de Iglesias, lo trasladará él”, ha insistido varias veces la ministra de Hacienda, ante las continuas preguntas en este sentido.

La “realidad” de los españoles

Ante los numerosos cambios en el tablero político durante los últimos días (moción de censura en Murcia finalmente frustrada, anticipo de elecciones en Madrid, salida de Iglesias del Gobierno), en la Moncloa hay preocupación por cómo lo encajarán los ciudadanos, afectados por la crisis social, sanitaria y económica que ha traído consigo el coronavirus. “Quiero hacer una llamada a la realidad en la que viven los españoles. Lejos de la que aparece en los titulares de los últimos días, esa realidad está atravesada por la pandemia, que sigue provocando sufrimiento, enfermedad, fallecimientos y derivadas económicas. Lo que preocupa a este Gobierno es que esta situación coyuntural haga que aumente la brecha de desigualdad, como en la anterior crisis”, ha dicho Montero.

“Los cambios que se produzcan no harán que variemos el rumbo de este Ejecutivo, que consiste en no dejar a nadie atrás, en aprobar medidas ambiciosas para combatir el impacto social y económico de esta crisis sanitaria”, ha concluido.