La vicepresidencia segunda que deja Pablo Iglesias para competir en las elecciones autonómicas de Madrid será asumida por la actual titular de la cartera de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que se ha convertido en la ministra del diálogo social con siete acuerdos en un año marcado por el impacto de la pandemia.

Propuesta por Iglesias para ocupar su vacante en el Gobierno de coalición y con el compromiso de Sánchez de respetar el pacto con Unidas Podemos sobre la composición del Ejecutivo, el camino aparece despejado para que Díaz asuma el cargo.

La ministra, que llegó con la misión de derogar la reforma laboral de 2012, combatir la precariedad laboral y adaptar el Estatuto de los Trabajadores al siglo XXI, se tropezó con una pandemia que le obligó a cambiar las prioridades de su departamento, centrado desde ese momento en la implementación de los ERTE.

Con los acuerdos con patronal y sindicatos por bandera, ha ido ganando peso dentro y fuera del Gobierno con una imagen pública fortalecida como una política moderada y dialogante, férrea defensora del trabajador y de la igualdad entre mujeres y hombres.

Nacida en Fene (A Coruña) en 1971, esta gallega de pro se hizo cargo de la cartera de Trabajo -tras escindirse de la Seguridad Social- gracias al acuerdo de gobierno del PSOE y Podemos que le dio a En Marea la cuota gallega de poder dentro del ejecutivo de coalición.

Tras cuatro años como diputada combatiendo por los derechos laborales y defendiendo las pensiones, llegó al Gobierno en enero de 2020 y tardó menos de un mes en alcanzar su primer acuerdo con patronal y sindicatos para elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) a 950 euros.

Nada más comenzar el confinamiento por la covid-19, cerró un acuerdo para aplicar condiciones especiales a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) vinculándolos al estado de alarma.

De aquellas primeras semanas se recordarán las dificultades que tuvo para explicar cómo funcionaban los ERTE en la primera rueda de prensa del paro tras el estallido de la pandemia, en la que terminó recurriendo al humor para decir que "en este país los niños y las niñas a partir de ahora ya van a saber lo que son los ERTE". Y así ha sido.

Esta estructura de protección, que llegó a amparar a 3,5 millones de trabajadores, ha sido extendida por acuerdo de diálogo social en tres ocasiones más, la última hasta el 31 de mayo próximo, dando cobertura en este momento todavía a casi un millón de personas.

A estos acuerdos se han sumado otros, como el que sentó las bases para el teletrabajo, en septiembre de 2020, o reciente sobre las condiciones laborales de los riders, en el que tras más de medio año de negociaciones consiguió aunar las posturas de los sindicatos y la patronal.

"Próxima presidenta"

"El ADN de este Gobierno se llama diálogo social" ha defendido siempre cuando ha sido instada por los sindicatos a sacar adelante modificaciones legislativas sin acuerdo para tratar de evitar que la patronal pueda ejercer "derecho de veto".

Precisamente esos plantes de los empresarios llevaron a Díaz a aprobar sin consenso los reglamentos de igualdad retributiva entre hombres y mujeres y de los planes de igualdad, aunque también a dejar "prorrogado" el SMI para 2021 ante la falta de un pacto tripartito.

"Ha llegado el momento de que los empresarios confíen en este Gobierno, que le tiendan la mano, que caminemos juntos", volvió a reclamar el pasado mes de enero tras cerrar una nueva prorroga consensuada para los ERTE.

Abogada laboralista, comunista, sindicalista y también feminista, Díaz ha defendido siempre desde su cartera la conciliación y la igualdad de género, haciendo gala de su condición de trabajadora y madre de una niña, Carmela, nacida precisamente un 8 de marzo, día de la mujer trabajadora.

Políticamente, ha demostrado ser leal a Pablo Iglesias en los debates más intensos de esta agitada legislatura cerrando filas con el vicepresidente en temas como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) frente al ola más ortodoxa del Gobierno.

Con la asunción de la vicepresidencia de Iglesias Díaz se sitúa como su posible sucesora al frente de Podemos y candidata del partido en las próximas elecciones generales "si ella así lo decide".

Tal y como ha asegurado él líder de la formación morada: "Yolanda Díaz puede ser la próxima presidenta del Gobierno".

Exigente y perfeccionista, ha reconocido en estos meses de pandemia haber llevado a su equipo a un ritmo de trabajo frenético y ha mostrado en no pocas ocasiones una morriña acrecentada en los que han sido los meses más desafiantes de su vida.