ERC y JxCat han empezado este martes a desencallar la estructura de un nuevo Govern independentista, en la reunión de casi cuatro horas que han mantenido sus delegaciones negociadoras en la cárcel de Lledoners (Barcelona).

Era la primera vez que el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, se sentaba a negociar a una mesa con el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, preso en Lledoners.

También era la primera vez que ambas formaciones abordaban cuál debe ser la estructura del futuro Govern -número de departamentos, organigrama detallado y reparto de las áreas que controlará cada partido-, después de semanas concentrados en otros aspectos de la negociación, como la estrategia independentista, el plan del nuevo gobierno y los mecanismos de coordinación entre ERC y JxCat.

Aragonès ha estado acompañado por el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y por el diputado en el Parlament Josep Maria Jové, mientras que a Sànchez lo flanqueaban Elsa Artadi y Josep Rius.

Al término de la reunión, en la que ERC ha aportado una propuesta de estructura de Govern, ambos partidos han emitido un comunicado conjunto muy escueto y poco concreto, en el que han valorado "positivamente" el encuentro.

ERC y JxCat "se han conjurado a continuar trabajando para hacer un Govern independentista liderado por Pere Aragonès, que dé respuesta al mandato electoral del 52% de los votos" a candidaturas independentistas en las elecciones del 14F.

"En la reunión también se ha abordado por primera vez la estructura de gobierno y se han repasado otros temas aún pendientes de cerrar", han explicado en el comunicado.

Pese a los avances negociadores, fuentes de ERC consultadas por Efe han dado por hecho que será "imposible" llegar a un acuerdo antes del 1 de mayo, fecha que los republicanos habían planteado como ultimátum a JxCat.

Por ello, las fuentes consultadas no descartan tener que empezar a explorar otras alternativas, como un Govern de ERC en solitario, si la negociación con JxCat no avanza suficientemente rápido.

Sin embargo, la consellera de la Presidencia, Meritxell Budó, principal voz de JxCat en el Govern, antes de la reunión de Lledoners ya se ha desmarcado de la urgencia de ERC y ha animado a los negociadores a tomarse "el tiempo necesario" para alcanzar "no un acuerdo de investidura, sino un buen acuerdo de legislatura".

En cambio, la CUP ha urgido a ERC y a JxCat a pactar un acuerdo que permita iniciar la legislatura lo antes posible para atender las "urgencias de país", pero también ha indicado que no le parecía mal un Govern en solitario de ERC con apoyos externos.

Según ha afirmado el diputado de la CUP Xavier Pellicer, su formación "deseaba" que la cumbre en Lledoners "sirviese para llegar a un acuerdo que permita iniciar la legislatura de una vez por todas, porque ya vamos muy tarde".

De hecho, queda menos de un mes para que expire el plazo límite del 26 de mayo para investir a un nuevo president; de lo contrario, serán convocadas automáticamente nuevas elecciones.

El portavoz de En Comú Podem en el Parlament, David Cid, ha afirmado que "Cataluña no se merece" un Govern entre ERC y Junts porque son dos fuerzas que si acuerdan un ejecutivo finalmente será "un Govern de resignación", ya que "todo el mundo sabe que no quieren gobernar juntos".

Por otra parte, este martes la Mesa del Parlament ha decidido cómo se distribuirán los diputados en el hemiciclo en esta legislatura.

El Parlament seguirá dividido visualmente en dos bloques: la bancada izquierda la ocuparán exclusivamente los diputados independentistas de ERC, Junts y la CUP, mientras que a la derecha se sentarán los del PSC, los comunes, Ciudadanos, el PPC y Vox.