El 85,4 por ciento de la población española está dispuesta a vacunarse contra la COVID-19 cuando llegue su turno, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de mayo, que ve una leve subida respecto al porcentaje registrado el pasado mes (82,8%).

Mientras, los que se niegan a vacunarse se mantienen en el 6 por ciento (6,2% fue el dato del mes pasado). Entre estos últimos, bajan más de 9 puntos los que no se fían (25,3%) y se mantienen los que tienen miedo a los efectos secundarios (25,3%). Asimismo, los que no piensan vacunarse por creen que son ineficaces sube 3 puntos, pasando del 5 por ciento al 8,7%; sube del 3,1 por ciento al 4,4 por ciento los que son contrarios a todas las vacunas en general y los que niegan la Covid-19 que no llegan al 1 por ciento (0,7%) -el mes pasado eran el 2,8 por ciento-.

Respecto al motivo por el que no se vacunarían de forma inmediata, sube la población prefiere esperar a ver cómo funcionan, del 3,5 por ciento al 7,7%. También sube del 3,7 al 4,2 por ciento los que señalan la falta de garantías: pocos ensayos, prematura, falta de análisis, etc; se mantiene en un 3,7 por ciento los que no lo van a hacer por tener alergias, otras enfermedades o tratamientos, lactancia, embarazo, etc.

Según la encuesta, realizada entre el 4 y el 13 de mayo a 3.814 ciudadanos, el 37,7% del total de los encuestado han afirmado haber pasado ya por la vacunación, un porcentaje elevado con respecto a abril que era un 15 por ciento de población vacunada. Teniendo en cuenta a esta población en el total de los encuestados, el 53,2% afirmaba que se vacunará, el 31,7% manifestaba haber pasado ya por la vacunación y el 3,7 afirmó no querer vacunarse.

Crece el optimismo

Por otro lado, el optimismo de la población respecto a la actual situación de la pandemia sigue creciendo y el 62 por ciento considera que lo peor ya ha pasado, lo que supone 12 puntos por encima de abril.

El dato contrasta con los que afirma que lo peor está por llegar, que también bajan por tercer mes consecutivo, bajando del 11,2% de abril al 9,9%. Mientras que los que afirman que la situación generada por el coronavirus en España se encuentra en el peor momento, baja más de 10 puntos en dos meses. Siendo la opinión refrendada este mes por el 16,3 por ciento, hasta 8 puntos menos que en abril (24,9%).

Esta imagen positiva se estanca al ser preguntados por su preocupación por los efectos de esta crisis sobre la salud, la economía y el empleo. Al igual que en el mes de abril el 38 por ciento afirma estar más preocupado por los efectos de esta crisis sobre la salud, aunque sube dos puntos la población que afirma que su preocupación es mayor por los efectos de la crisis sobre la economía y el empleo (del 24,4% al 26,3%).

La encuesta muestra que hasta un 26 por ciento ha tenido que contactar con los servicios sanitarios por pensar que tenía síntomas relacionados con el coronavirus o por otras causas relacionadas con el coronavirus; de estos el 59 por ciento contacto con su médico de Atención Primaria, el 16% con un teléfono 900 que la comunidad puso para estos caso, y hasta un 9,9 por ciento con el servicio de urgencias del Hospital.

Por otro lado, se mantiene la población que afirma que ha tenido a algún familiar no conviviente con coronavirus, con datos parecidos el mes pasado esta afirmación es confirmada por el 46,9 por ciento. Mientras los que señalan que algún amigo ha padecido el covid-19 llegan al 57,2% y hasta el 82 por ciento conoce a alguien que ha tenido el coronavirus.

En cuanto a la población que conoce a alguien que haya fallecido, el 18,9 tienen algún familiar no conviviente fallecido; el 15,9 por ciento ha perdido a algún amigo y hasta el 36 por ciento a algún conocido, lo que supone una subida de casi tres puntos.

Preguntados por cómo les está afectado a su vida personal, se observa nuevamente una bajada con respecto al pasado mes. Así, el 56,8 por ciento afirma que todo lo que sucede le está afectando mucho o bastante (2 puntos menos que abril); al tiempo que sube al 18,7 por ciento (2 punto más que en marzo) al que no le está afectado nada o casi nada, y se mantiene en el 23 por ciento los que dicen que les está afectando algo).

Al hablar de la vida social, siguen siendo más los que dicen que les está afectado mucho o bastante en sus relaciones aunque baja nuevamente casi cuatro puntos este mes (del 71,6% al 67,9%), mientras los que señalan que no lo están notando casi nada o nada son el 15 por ciento y se sitúa en el 16 por ciento los que lo notan algo.

En cuanto a cuáles son los aspectos que más les afecta en la vida personal, por orden la población mantiene el distanciamiento con los seres queridos como principal aspecto (35,3%); las restricciones y libertad de movimientos (35,1%); el aislamiento y el confinamiento (14,6%); y le siguen los cambios en la vida cotidiana; el trabajo o economía personal; el estado anímico negativo (ansiedad, tristeza...); el miedo al contagio suyo o de otras personas y por el cambio de las condiciones laborales.

Finalmente, se observa una relajación en la medidas de control. Al margen de las medidas oficiales para el control de la COVID tomadas por las autoridades desde que estamos bajo la

pandemia, hasta un 5,8 por ciento afirma que hace vida normal y no sigue medidas propias. Un 44,2% afirma que ha reducido el contacto social y familiar (salir menos, evitar aglomeraciones, etc.); el 30% tiene cuidado con las cosas que toca o por dónde va, pero en lo demás hace vida normal; mientras que el 14,3 permanece prácticamente en aislamiento, saliendo de casa sólo para adquirir alimentos y para ir a consultas médicas.