El Ministerio de Sanidad ha urgido al Comité de Bioética a que emita un informe sobre si, en una situación de escasez de vacunas, es ético que las personas menores de 60 años vacunadas con AstraZeneca puedan elegir si completan la pauta con este mismo suero o con el de Pfizer, que es lo que acordó la Comisión de Salud Pública esta semana, en una reunión muy reñida debido a que algunas autonomías, en línea con la recomendación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), prefieren que la segunda dosis sea de AstraZeneca. De hecho, el órgano consultivo del Gobierno prevé reunirse y emitir un informe este mismo viernes, dado que la decisión urge, puesto que en breve se cumplirá el plazo de 16 semanas entre dosis (para los primeros que fueron vacunados en España) que el Ejecutivo y las comunidades acordaron y que ya supone ampliar en cuatro semanas el intervalo que figura en el prospecto del medicamento.

El plazo se amplió para dar tiempo al ensayo clínico CombivacS a ofrecer resultados preliminares. Y esta semana, la investigación coordinada por el Instituto de Salud Carlos III concluyó que es "seguro y eficaz" que los trabajadores esenciales vacunados con AstraZeneca reciban un segundo pinchazo de Pfizer. Si bien, varias autonomías y epidemiólogos ponen en cuestión el ensayo, por el tamaño de la muestra y por su diseño, lo que ha motivado que, ante la presión, Sanidad accediera, en primer lugar, a que voluntariamente las personas que no quieran vacunarse con un suero distinto, elijan AstraZeneca y, en segundo lugar, que el Comité de Bioética emita un dictamen al respecto.

El órgano consultivo del Gobierno, creado en 2007, debe pronunciarse sobre las condiciones del consentimiento que deberán emitir esas personas que prefieran recibir una segunda dosis de AstraZeneca.

Las circunstancias

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, al término del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, señaló el miércoles que "no es una cuestión de elección", ya que la Comisión de Salud Pública acordó que reciban una segunda dosis de Pfizer, sino que afectará solo a aquellas personas que "por las razones que consideren oportunas, no decidan ponerse" una vacuna de ARNm.

Hasta ahora, la estrategia de vacunación habían rechazado la posibilidad de que la vacuna de AstraZeneca se administre de manera voluntaria a los menores de 60 años, como solicitaron hace tiempo varias autonomías. Si bien, Darias argumentó que ahora se ofrecerá esta opción ante las circunstancias "excepcionales y extraordinarias" del caso, después de que estas personas hayan estado durante semanas sin saber qué dosis de refuerzo se les iba a administrar, una vez que se decidió suspender la vacunación en menores de 60 años con este antígeno ante la aparición de casos raros de rombos, y ante la confrontación político-sanitaria que se ha creado al respecto.