La crisis en la frontera entre la Unión Europea y Marruecos puede haberse calmado pero las tensiones siguen lejos de estar resueltas. Una resolución que vota este jueves el pleno del Parlamento Europeo y que cuenta con el apoyo de los grandes grupos de la Cámara –PPE, Socialdemócratas, liberales y Verdes/ALE- reprueba la actuación de Rabat en la frontera de Ceuta y rechaza la utilización por parte de Rabat de los controles fronterizos y en particular a los menores no acompañados para ejercer presión política contra un Estado miembro.

La resolución, promovida tras la llegada de más de 9.000 personas de forma ilegal a la ciudad autónoma, lamenta muy especialmente que “menores no acompañados y familias hayan participado en el cruce masivo de la frontera entre Marruecos y la ciudad española de Ceuta, poniendo en peligro evidente sus vidas y su seguridad” y critica la “escalada en la crisis política y diplomática”, que según los eurodiputados no debería poner en peligro las relaciones estratégicas y privilegiadas entre Marruecos, la UE y España, y particularmente la lucha contra el terrorismo, la trata de seres humanos, el tráfico de drogas, la inmigración o el comercio.

Los eurodiputados urgen a “apaciguar” las tensiones recientes y a restablecer una “asociación constructiva y fiable” basada en la confianza y el respeto mutuo. En este sentido, consideran positiva la decisión de las autoridades marroquíes de facilitar el regreso de todos los menores no acompañados identificados que se encuentren en la UE de forma irregular y pide a España y Marruecos que colaboren para posibilitar la repatriación de menores hasta sus familias y a Rabat que cumpla con sus compromisos para garantizar un retorno seguro.

Ceuta, frontera de la UE

Además, como ya hicieran los líderes europeos cuando estalló la crisis en la frontera, la Eurocámara insiste en que “Ceuta es una frontera exterior de la Unión cuya protección y seguridad concierne a toda la UE”. En este sentido, acoge positivamente la “rápida reacción de la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas”, que ofreció recursos para apoyar al Gobierno español y pide a la Comisión Europea que “ponga a disposición fondos de emergencia para hacer frente a la situación en Ceuta, incluida la financiación de capacidades adicionales para la acogida de menores no acompañados”.

El pleno también aprovecha para lanzar un mensaje de solidaridad con los ciudadanos de Ceuta, reiterar “la inviolabilidad de las fronteras nacionales de los Estados miembros de la Unión y el respeto pleno e innegociable de la integridad territorial de los Estados miembros de la Unión” y advertir a Rabat de que “no se puede tolerar el menoscabo de la soberanía territorial de los Estados miembros”.

La resolución también dedica un apartado a uno de los principales puntos de desencuentro entre Bruselas y Rabat: el Sáhara occidental. Pese a las presiones marroquís, los eurodiputados advierten de que la posición de la UE no ha cambiado y que se basa en el “pleno respeto de la legalidad internacional de acuerdo con las resoluciones del consejo de seguridad de Naciones Unidas y el proceso político dirigido por la ONU para alcanzar una solución negociada justa, duradera, pacífica y mutuamente aceptable”.