La crisis del covid dejó en el 2020 la cicatriz más profunda que se recuerda en Aragón. El año de la pandemia se ha mostrado como el más letal desde que se tienen registros tras contabilizarse 16.680 defunciones en la comunidad, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que reflejan que en el 2020 hubo que lamentar 3.060 fallecimientos más que un año atrás. Se trata de un repunte del 22,5%. 

Esta cifra deja a Aragón como la cuarta comunidad donde más aumentaron las muertes, solo por detrás de Madrid (41,2%), Castilla La Mancha (32,3%), Castilla y León (26% y Cataluña (23,5%) y la sitúan en el cuarto lugar en tasa bruta de mortalidad, con 12,5 fallecimientos por cada mil habitantes. Encabeza el ránking Castilla y León (15,1), Asturias (14,3) y Castilla La Mancha (12,6). 

El impacto de la pandemia en la demografía aragonesa es de tal calibre que, según los registros del Gobierno de Aragón, desde 1996 nunca se habían superado las 14.208 muertes, una cifra que se alcanzó en el 2018. Desde que se declaró el coronavirus hasta la fecha son 3.534 los aragoneses que han perdido la vida tras contraer la enfermedad, según los últimos datos estadísticos publicados por la DGA. No obstante, las cifras del INE solo reflejan los fallecimientos en el 2020. Entre marzo y diciembre del pasado año, la comunidad suma 2.670 muertos por el covid. 

Las cifras que hablan de la evolución de la población en Aragón son, por tanto, negativas, ya que en el año del covid se registraron más fallecimientos que nacimientos, lo que deja un saldo vegetativo negativo por duodécimo año consecutivo. En concreto, hubo 9.042 nacimientos y 16.680 muertos, por lo que la comunidad perdió 7.632 personas. Desde 1996 no se ha registrado una pérdida tan elevada. La cifra más alta data de 2018 con 4.123 aragoneses menos. En los últimos 15 años solo fue positivo el saldo en el 2008 (+227 habitantes).

Esta situación también es consecuencia de la caída de los nacimientos en Aragón. En el 2020 solo hubo 9.042, de forma que es el tercer año consecutivo que la cifra baja de los 10.000, algo que no había sucedido de 2001 a 2017. La caída de nacimientos fue del 6,2% en el año del covid con 6,79 nacimientos por cada 1.000 habitantes, medio punto por debajo de la media nacional, situada en 7,15. La tasa de fecundidad en Aragón es de 1,19 hijos por cada mujer.

En España

Los datos sobre defunciones en España durante 2020 recabados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que en el año de la pandemia las defunciones se dispararon un 17,7%, con 75.305 fallecimientos más que el año anterior, y 492.930 personas que perdieron la vida en su conjunto.

En su estadística sobre el movimiento natural de población dado a conocer este jueves, el INE no especifica a qué motivos se debió el exceso de fallecimientos detectado el año pasado, pero los datos del Ministerio de Sanidad ya constataron en enero que hasta el 31 de diciembre de 2020 habían muerto 51.078 españoles por covid-19.

Este aumento de la mortalidad en España ha hecho también que la esperanza de vida disminuya en 1,24 años, al situarse en los 82,34 años, y que el crecimiento vegetativo, esto es, la diferencia entre nacimientos y defunciones, sea negativo en 153.167 personas, frente a las 57.146 de 2019.

La nota con la que INE anuncia todas estas cifras subraya que los fenómenos demográficos detectados en la estadística de movimiento natural de población estuvieron "muy afectados" por la pandemia del coronavirus y confirma que los fallecimientos aumentaron en todas las comunidades autónomas, con Madrid a la cabeza.

De hecho, las cifras revelan que el crecimiento de las defunciones se multiplica coincidiendo con el estallido de la covid-19 en primavera y en las olas posteriores. Coincidiendo con la explosión de casos y el confinamiento de marzo, el descenso de muertes del 3,2% de febrero se invirtió rápidamente al aumentar a un 56,8% al mes siguiente.

Es más, en abril todavía escaló más, hasta el 78,2%, récord del año 2020, y experimentó una espectacular bajada coincidiendo con el término del confinamiento, ya que en mayo cayó hasta el 3,4% y en junio se volvió a un registro negativo, del 3,7%.

Las siguientes olas de la pandemia provocaron repuntes en las defunciones, con un 13,5% más en agosto, el 14,5% en septiembre, un 21,0% al mes siguiente y el 21,6% en noviembre hasta acabar el año con un alza del 13,1% en diciembre.

Apuntan además los datos del INE que el grueso del exceso de fallecimientos respecto a 2019 se concentró en los meses con mayor expansión del coronavirus y confirman que se produjo en todas las autonomías.

Madrid, la más afectada

La tasa de variación anual de defunciones alcanzó en la Comunidad del Madrid el 41,2% en 2020, con 66.583 muertes, muy por encima de la media nacional del 17,7% y por delante de las demás autonomías.

Le siguen Castilla-La Mancha (32,3% y 27.761 casos), Castilla y León (26,0% y 36.177 fallecidos) y Cataluña, que registró 79.685 y un porcentaje del 23,5%.

Por el contrario, en la parte más baja de la tabla se situaron Canarias (4,2%), Galicia (5,0%), la Región de Murcia (5,8) y Baleares (7,1%).

La Comunidad de Madrid también encabeza la tasa bruta de mortalidad, con 15,1 defunciones por cada 1.000 habitantes, frente al 10,5% de media nacional, seguida muy de cerca por Asturias, con el 14,3%.

El INE aporta además la estadística de defunciones por grupos de edad, según la cual las mayores subida fueron entre mayores de 60 años, con la cota más alta entre personas de 75 y 79 años (24%) junto a las que tenían de 95 a 99 años (22,3%) y entre 90 y 94 (21%).

La esperanza de vida baja a los 82,34 años desde el máximo que había tocado en 2019, cuando llegó a los 83,58 años, y se queda en 79,6 años para los hombres y 85,07 para las mujeres, con las Islas Baleares como la autonomía con el indicador más alto (83,4 años) frente a Melilla, en el extremo opuesto y 78,9 años.

El crecimiento vegetativo, que ya experimentaba una tendencia general de caída desde 2015, se desploma hasta las 153.167 personas menos en España, pero es positivo en Murcia, Baleares, Melilla y Ceuta; al otro lado, Castilla-León, Cataluña, Galicia y madrid presentan los mayores datos negativos de la estadística.

Los nacimientos, en mínimos históricos

Por otro lado, la cifra de nacimientos ha repetido mínimos históricos en el año de la pandemia y ha vuelto a caer hasta los 339.206, un descenso del 5,9 % respecto a 2019, lo que supone volver a tasas de 1941.

El confinamiento provocó una bajada del número de nacimientos más acusada en los dos últimos meses del año, cuando la cifra disminuyó el 10,9 % en noviembre y el 21,5 % en diciembre respecto a los mismos meses del 2019.

No obstante, será en 2021 cuando realmente se vea el efecto de la pandemia sobre los embarazos y nacimientos, ya que se habrían gestado en los últimos nueves meses de 2020.

El INE revela que en los tres primeros meses del año la tasa de nacidos bajó entre el 2,4 % y el 1,4 % y que el descenso comenzó a ser más pronunciado a partir de abril, cuando cayó el 6,1 % e inició una senda de bajada de hasta el 6,3 % en octubre. Posteriormente esta caída ahondó en noviembre y diciembre, hasta el 10,9 % y el 21,5 %, respectivamente. El año 2020 empezó con 30.287 nacimientos en enero y finalizó con 23.019 en diciembre.

Melilla, Asturias y Canarias registran las mayores bajadas

Por Comunidades Autónomas, la ciudad autónoma de Melilla, el Principado de Asturias y Canarias fueron las que registraron mayor bajada en el número de nacimientos, al caer el 24 %, el 7,4 % y el 7 %, respectivamente, frente a Ceuta, Baleares, Galicia y La Rioja, que tuvieron las menores tasas de bajada, del 0,5 %, 3,1 %, 3,2 % y 3,8 %, cada una.

Andalucía fue, en términos cuantitativos, la que más nacimientos registró en 2020, (64.906), seguida de Cataluña (58.026), Madrid (51.887), Valencia (35.585) y Galicia (15.212), mientras que Ceuta fue la que menos nacimientos tuvo (837), junto con Melilla (939), La Rioja (2.317), Cantabria (3.386) y Asturias (4.773).